El juego limpio o fair play definió por primera vez la clasificación de un equipo tras la fase de grupos de un Mundial y en este caso el beneficiado fue Japón, que concluyó en la segunda plaza del grupo H al acumular cuatro tarjetas amarilla por seis de Senegal.
El conjunto senegalés, que sufrió la primera derrota de su historia en una fase de grupos al perder contra Colombia 1-0, acabó igualado con Japón a todos los criterios de desempate, con lo que se tuvo que recurrir al fair play.
Ambos concluyeron con cuatro puntos, con cuatro goles a favor y cuatro en contra e igualaron en el partido entre ambos a dos tantos, el pasado 24 de junio en Ekaterimburgo.
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Antes de esta última jornada, el conjunto africano sumaba cinco amarillas y el asiático tres. En los partidos de esta tercera fecha sumaron una más, con lo que finalmente Japón fue premiado por tener menos amonestaciones.
En octubre de 2016 la FIFA, al actualizar el reglamento del Mundial, decidió incluir el Juego Limpio como uno de los criterios de desempate en la Copa del Mundo. Mantuvo la diferencia de goles como primer criterio por delante del total de goles anotados en la fase de grupos y de los resultados en los duelos directos.
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El Juego Limpio es el cuarto criterio. El sistema de puntos se considera de la siguiente forma: primera amarilla rebaja 1 punto; la segunda que se convierte en roja resta 3; una tarjeta roja directa quita 4 unidades; y por una amarilla y una roja directa sustraen 5 puntos.
Japón se enfrentará en los octavos de final del Mundial de Rusia a Bélgica, que le ganó 1-0 a Inglaterra.
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