
Para muchas personas, guardar alimentos en el refrigerador es una práctica esencial para conservar su frescura y evitar su descomposición. Sin embargo, hay quienes prefieren evitarlo por un fenómeno comúnmente conocido como 'sabor a nevera', un gusto desagradable que afecta a algunos alimentos después de estar refrigerados por un tiempo.
Aunque podría parecer un simple mito, este fenómeno tiene una explicación científica. De acuerdo con el creador de contenido ‘@Soycienciaycocina’, especializado en gastronomía y ciencia de los alimentos, este problema se debe a múltiples factores, desde la absorción de olores hasta la posible presencia de ciertos gases en el interior del electrodoméstico.
¿Por qué los alimentos adquieren ‘sabor a nevera’?
El experto señala que existen varias razones por las cuales la comida refrigerada puede desarrollar un sabor extraño:
- Absorción de olores: El aire frío dentro del refrigerador transporta partículas de olor de un alimento a otro, lo que puede provocar que algunos productos absorban aromas indeseados, especialmente si no están bien cubiertos.
- Contaminación cruzada: Almacenar alimentos con olores fuertes, como quesos curados o pescados, junto a otros productos sin una separación adecuada puede hacer que los sabores se mezclen, generando un gusto poco apetecible.
- Envases inadecuados: Si los recipientes utilizados no son herméticos, los alimentos quedan expuestos a los olores y al aire, lo que favorece el desarrollo del desagradable “sabor a nevera”.
- Desecación y deterioro: La baja humedad dentro del refrigerador puede hacer que los alimentos pierdan agua, alterando su textura y sabor. Además, los cambios de temperatura pueden acelerar la descomposición de ciertos productos.
- Falta de limpieza: Un refrigerador que no se limpia con frecuencia puede acumular olores de derrames o restos de alimentos en descomposición, lo que contribuye al problema.

El papel de los gases refrigerantes en el ‘sabor a nevera’
El ‘tiktoker’ explicó que, además de estos factores, el diseño y mantenimiento del refrigerador también pueden influir en la aparición de este problema. Según él, algunos equipos domésticos y profesionales utilizan gases refrigerantes como hidrofluorocarbonos, pentafluoroetanos y clorofluorocarbonos para generar frío.
Si las bobinas o serpentines del refrigerador están sucios, estos gases pueden generar olores más fuertes, parecidos a la acetona, los cuales pueden impregnar los alimentos. Aunque no son tóxicos, su presencia en la comida es suficiente para hacer que muchas personas prefieran descartarla en lugar de consumirla.
@soycienciaycocina El sabor a refrigerador son de esos dichos que se habla mucho en gastronomia y en las cocinas profesionales, donde explica que ciertos alimentos adquieren ese sabor a “refrigerador, refri, heladera o frigorífico”. Esto curiosamente tiene una explicación y es lo que quiero contarte en este video y sobre todo como evitarlo. #cienciaycocina #refrigerador #frigorifico #heladera #aprendeentiktok ♬ sonido original - Heinz Wuth - Ciencia y Cocina
¿Cómo evitar que los alimentos tengan ‘sabor a nevera’?
Para reducir este problema, el experto recomienda seguir algunas medidas simples pero efectivas:
- Usar envases herméticos o papel vinipel para cubrir los alimentos y evitar la absorción de olores.
- Llevar un orden en el almacenamiento, colocando los productos más antiguos en la parte delantera del refrigerador para consumirlos primero.
- Realizar una limpieza regular del refrigerador, eliminando restos de comida y posibles derrames que puedan generar olores desagradables.
- Evitar almacenar alimentos con olores fuertes sin una adecuada separación de los demás productos.
- No exponer los alimentos a temperatura ambiente por mucho tiempo antes de refrigerarlos, ya que esto puede favorecer la absorción de olores indeseados.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) también respalda estas recomendaciones y enfatiza la importancia de mantener una correcta higiene y organización dentro de la nevera para evitar la contaminación de los alimentos.
En conclusión, el ‘sabor a nevera’ sí es real y tiene una explicación científica. Siguiendo las recomendaciones de los expertos, es posible reducirlo e incluso eliminarlo por completo, garantizando que los alimentos mantengan su frescura y buen sabor por más tiempo.
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