Una buena noche de sueño es fundamental para la salud, y contar con la almohada adecuada es clave para lograrlo. Sin embargo, muchas personas mantienen las mismas almohadas durante años, ignorando que esto puede afectar la higiene y la calidad de su descanso.
Según una encuesta de Ergoflex, empresa británica especializada en ropa de cama, el usuario promedio cambia su almohada cada tres años y dos meses. Además, solo el 18% de los 2.200 encuestados sabía que debía reemplazarlas con cierta regularidad.
Al respecto, la doctora Shelby Harris, directora de Higiene del Sueño de Sleepopolis, reveló cada cuánto se deben cambiar las almohadas y cómo saber si ha llegado el momento de hacerlo.
¿Cada cuánto se debe cambiar la almohada?
La doctora Harris recomienda cambiar las almohadas cada uno o dos años, debido al desgaste, la pérdida de apoyo y la acumulación de ácaros y bacterias: “Es importante reemplazarla con regularidad para evitar que ácaros, alérgenos y sudor afecten la higiene de la cama”, explicó.
Sin embargo, la experta aclaró que si la almohada sigue limpia, esponjosa y brinda buen soporte, se puede extender su uso más allá del tiempo recomendado.
Ocho señales de que es hora de cambiar la almohada
Estos son algunos de los principales signos que indican que su almohada necesita ser reemplazada:
- Dolor de cuello o espalda: Si amanece con molestias que antes no tenía, es probable que su almohada haya perdido su soporte.
- Bultos o deformidades: Si al tocarla siente grumos o roturas internas, especialmente en almohadas de espuma o látex, es momento de cambiarla.
- Manchas persistentes: Las marcas de sudor o aceites corporales indican que la almohada ya no transpira bien.
- No supera la prueba del doblado: Si al doblarla por la mitad no recupera su forma, está desgastada.
- Falta de esponjosidad: Si necesita sacudirla constantemente para recuperar su volumen, ha perdido su firmeza.
- Alergias o asma frecuentes: El aumento de síntomas podría ser causado por la acumulación de ácaros y moho.
- Almohada muy vieja: Aunque no se vea en mal estado, una almohada con muchos años podría albergar bacterias y alérgenos.
- Fecha de caducidad vencida: Algunos fabricantes indican en la etiqueta la vida útil del producto; si está vencida, conviene cambiarla.
¿Cómo alargar la vida útil de la almohada?
Para prolongar la vida útil de tu almohada y mantenerla en óptimas condiciones, portales especializados recomiendan:
- Usar protectores de almohada para evitar manchas y acumulación de polvo.
- Ventilar la habitación a diario para reducir la humedad y los ácaros.
- Evitar doblar la almohada al usarla como respaldo.
- Lavar las fundas y cobertores con frecuencia y optar por telas antiácaros.
- Aspirar regularmente la almohada para eliminar ácaros.
- Espolvorear bicarbonato de sodio cada cierto tiempo para eliminar olores y humedad, dejándolo actuar 24 horas antes de aspirarlo.
- Lavarla a máquina solo si el fabricante lo recomienda, aproximadamente cada seis meses, y secarla bien, preferiblemente al sol o en secadora.
- Mantener una buena higiene personal, como desmaquillarse y ducharse antes de dormir, para prevenir manchas y bacterias.