El productor y director de cine colombiano Felipe Aljure, se pronunció sobre la renovada amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 100 % a películas producidas fuera de Estados Unidos.
Aljure analizó la propuesta y concluyó que se trata de una medida de "gran dificultad" y que, por su ambigüedad, parece "más un trino emocional o producto de una conversación incompleta", y que la amenaza, que ya se había lanzado previamente, vuelve al ojo público y ha generado reacciones, particularmente en el ámbito de Hollywood.
En diálogo con Mañanas Blu con Camila Zuluaga, mencionó que es necesario "dejar de cantar” eso porque “hasta ahora es una frase” más que una acción concreta, pero si se analiza la intención, esta tiene varias capas de impacto.
Para el cine colombiano, Aljure consideró que la “capa cultural” de la amenaza es "inocua e inicua". Explicó que intentar prohibir la entrada de películas colombianas al circuito comercial americano es "un fenómeno económicamente absolutamente marginal".
Por lo tanto, en el caso de la producción nacional, "el efecto es demasiado pequeño como para que genere un arancel del 100 %".
La principal dificultad radica en cómo se aplicaría el arancel. Aljure subrayó que la medida es "absolutamente ambiguo". Señaló los complejos escenarios logísticos que surgirían en las salas de cine.
"Imagínese llegar a una sala de cine y si compra una boleta por una película, que se produjo en Estados Unidos, tiene un valor y en el mismo complejo de cine, si voy a la pantalla cuatro, el valor es el doble, o sea, es cómo va a operar eso", señaló.
El riesgo de la uniformidad narrativa y el daño al cine de Hollywood
Una de las consecuencias más graves que traería esta medida, según Aljure, es la afectación cultural. La aplicación de un arancel tan alto para películas foráneas resultaría en una "especie de transcenización cultural".
Si se limita la entrada de narrativas, historias y puntos de vista de otros países, "el ADN narrativo se uniformaría y todos serían los mismos tomaticos con la hojita para el mismo lado".
Paradójicamente, el cine estadounidense sería uno de los más perjudicados. Aljure mencionó que la medida es "discriminatorio porque es una mordaza para los propios creadores más allá de lo económico, para los propios creadores norteamericanos".
Estos creadores se verían forzados a filmar solo en estudios locales, asumiendo costos exorbitantes, en lugar de buscar la generosidad de los espacios y el realismo en otros países.