La asamblea de Ecopetrol comenzó en medio de barras, abucheos y aplausos. Varios accionistas pidieron ‘la cabeza’ del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, otros pidieron aplazar la elección de la junta directiva y otros más hablaron en apoyo al Gobierno de Gustavo Petro.
Sin embargo, y como es apenas obvio, el Gobierno, que es dueño del 88 % de las acciones, impuso su voluntad y sacó adelante su plan para el día. La asamblea fue presidida por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y lo primero que hizo al llegar fue tomarse una foto con Roa, que dio un mensaje clave: Roa tiene hoy el apoyo del Gobierno.
Al final de la jornada, se aprobó la integración de la nueva junta directiva y la llegada de Edwin Palma (viceministro de trabajo), Lilia Roa (viceministra de ambiente), Ángela María Robledo, Guillermo García Realpe y Álvaro Torres.
También se aprobó en la asamblea de accionistas de Ecopetrol el cambio en el objeto social de la compañía para que pueda embarcarse de forma más decidida en la transición energética y, especialmente, en proyectos de energía solar, eólica y en la explotación del hidrógeno.
El Gobierno, además, logró pasar dos jugadas que consolidarán un poder más directo sobre Ecopetrol. De un lado, le quitó a la junta directiva la posibilidad de fijar la política de sucesión de los miembros de la junta directiva y, de otro, ahora los accionistas minoritarios que estén inconformes con las decisiones de otro accionista (por ejemplo el Gobierno) o con la administración (es decir con Ricardo Roa) tendrán que gastar primero 60 días hábiles en una etapa de arreglo directo antes de poder acudir a la Superintendencia de Sociedades o a la justicia ordinaria.
Finalmente, se aprobó el pago de dividendos de 312 pesos por acción, que corresponderá a más del 60 % de las utilidades del 2023.
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Las críticas a la asamblea de accionistas de Ecopetrol y por qué podría terminar demandada
A pesar de que el Gobierno impuso su voluntad en la asamblea, la disputa podría continuar en los próximos días en medio del inconformismo de varios accionistas que incluso han señalado que se cometieron irregularidades en todo el proceso.
Todos sabemos que se convocó mal, no se convocó cuando tenía que hacer y eso genera una ilegalidad de esa junta que se va a votar. Y en segundo término, porque hay dos viceministros que ponerlos en la junta directiva violan los acuerdos internacionales de Colombia y, si Colombia sigue actuando mal, el precio de la acción de Ecopetrol seguirá cayendo”, advirtió el accionista y ex senador Jorge Enrique Robledo
Por su parte, el representante de los accionistas minoritatios, Juan José Echavarría, advirtió al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, como plancha en conjunto, que hay “serias dudas” de que los candidatos propuestos por el Gobierno tengan las características necesarias para cumplir con las políticas actuales de la compañía.
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Algunos creen que el hecho de que la junta saliente no haya recomendado a la junta entrante y haya manifestado su rechazo puede generar un problema legal y llevar a demandas contra los nombramientos.
Las dudas sobre el futuro de Ecopetrol
Aunque el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, dijo en todos los tonos posibles durante la asamblea de accionistas que no se está acabando con el negocio del petróleo y del gas, fueron muchos los accionistas que manifestaron su preocupación porque la compañía dé un giro que la saque del negocio petrolero.
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“¿Qué viene? Una incertidumbre mayor que la que ya existe, lo cual no es bueno para la empresa, tampoco para el Gobierno, tampoco para el país y tampoco para los accionistas minoritarios”, advirtió Francisco Lloreda, expresidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP).
Pero Lloreda no fue el único con dudas sobre el negocio petrolero. El presidente de la USO, Cesar Loza, pidió que la nueva junta directiva garantice que Ecopetrol hace las inversiones necesarias para que la compañía siga explorando y explotando petróleo.
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Las dudas han sido alimentadas con la decisión de modificar el objeto social de la compañía para incluir de forma más explícita nuevas líneas de negocio: generar energía eléctrica a partir del sol y el viento y la explotación del negocio del hidrógeno.
Sin embargo, Ricardo Roa, dice que no hay razones para temer: “Mucho se dice que estamos destruyendo a la gran empresa de todos los colombianos y los números muestran que es todo lo contrario”.
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