Los problemas financieros del Gobierno tienen a los hogares y empresas colombianas pagando créditos más caros de los que podrían estar pagando porque le están "amarrando" las manos al Banco de la República a la hora de bajar tasas y además están presionando las tasas de interés que pueden ofrecer las entidades financieras.
Las tasas promedio del crédito en Colombia, recopiladas por la Superintendencia Financiera, muestran que desde enero de 2025 las tasas de interés en las principales carteras están prácticamente en el mismo nivel.
En junio, la inflación cayó por debajo del 5 % por primera vez en casi cuatro años. Inmediatamente, el presidente Gustavo Petro festejó la noticia y el Ministerio de Hacienda pidió al Banco de la República que baje las tasas de interés. Paradójicamente, la crisis fiscal del Gobierno es una de las razones por las que el Banco de la República no ha sido más veloz a la hora de recortar las tasas, algo que ha dicho la entidad en varias oportunidades.
Mientras más gaste el Gobierno, más despacio irá el BanRep
El Banco de la República ha sido explícito en varias oportunidades. Una de las razones por las cuales no bajan las tasas más rápido, es la crisis fiscal "Un déficit fiscal más alto del que se tenía previsto hace unos meses, implica una situación de política expansiva que reduce el margen para que se pueda reducir la tasa de interés", señaló el gerente Leonardo Villar en las más recientes declaraciones a la prensa.
Al final del día, mayores tasas del Banrep, se traducen en mayores tasas en cualquier tipo de crédito. Desde la tarjeta para pagar boletas de concierto, hasta el crédito para grandes compañías.
"En ausencia del riesgo fiscal que estamos viendo en los últimos meses, las tasas de interés de crédito para empresas y hogares habrían bajado mucho más de lo que lo han hecho en los últimos dos años", explicó el director de Fedesarrollo Luis Fernando Mejía.
Según Mejía, aunque las tasas de interés de los créditos sí han bajado, esa reducción no ha sido tan alta como la deberían tener por cuenta de la crisis fiscal. Es decir, la mayor percepción de riesgo sobre las finanzas del gobierno se está 'comiendo' parte de los recortes de tasa de los últimos meses porque lo que paga el gobierno por endeudarse, es un "piso" o una referencia para los créditos de hogares y empresas.
"En la medida en que los niveles de déficit fiscal se mantengan en niveles cercanos al 7 % el PIB, que son niveles parecidos a los de la pandemia, el Banco de la República si va a mantener una posición más cauta y una tasa de interés que en promedio es muy por encima de lo que teníamos antes de 2020", aseguró Carolina Monzón, gerente de investigaciones económicas de Itaú.
El círculo vicioso de la deuda
Pero los créditos a los colombianos no solo se afectan por cuenta del Banco de la República, también se ven afectados por lo que le cobran al Gobierno en los mercados y la situación para el Gobierno colombiano ya está en niveles alarmantes. Lo peor es que entre más difícil sea la situación financiera del Gobierno, más intereses le cobran los mercados y actualmente al país le cobran significativamente más que antes de la pandemia.
Cuando Moody's le bajó la calificación de crédito a Colombia, resaltó que el 16 % de los impuestos del 2024 se fueron en pagar intereses por la deuda pública. Antes de la pandemia, el Gobierno pagaba 3 % del PIB en intereses de deuda, pero este año podríamos terminar pagando 4.4 % del PIB en esos mismos intereses, según proyecciones de Itaú.
La situación es tan compleja que desde el Ministerio de Hacienda intentan maniobrar la situación vendiendo títulos de deuda que se pagan en menos años, con el objetivo de tener tasas más bajas. Incluso han anunciado operaciones de compra de papeles de deuda pública.
Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, explica que las tasas que le cobran en el mercado al gobierno por prestarle dinero, terminan afectando lo que pagan los clientes del sistema financiero en intereses cuando van a pedir créditos. Hay dos caminos para que eso ocurra, por un lado, como el Gobierno paga más en intereses podría terminar acaparando los recursos y dejando menos disponible para que les presten a hogares y empresas y; por otro lado, podría ocurrir un efecto de precio porque las tasas del gobierno sirven de referencia para fijar las tasas de los créditos.
"Estas mayores tasas de interés crean condiciones menos favorables para la formación de precios en el mercado de crédito, especialmente en los créditos a mayor plazo que usan como referencia la tasa de la deuda pública o TES", agregó Reyes.
¿Dónde está la solución?
Antes de la pandemia, las tasas de interés eran mucho más bajas porque la inflación era más baja y, pero también porque el Gobierno tenía grado de inversión en las principales calificadoras y una menor percepción de riesgo para los inversionistas.
Durante la pandemia, el país entró en su peor crisis económica desde 1930 y el Gobierno se endeudó en grande para reactivar la economía. El problema es que, a pesar de que el país había dicho que bajaría sus niveles de deuda y su déficit fiscal, este año se tiene el déficit más alto de los últimos 120 años. Hoy el camino de regreso parece largo.
"En la medida en que las decisiones de política fiscal no sean austeras, no se genere un mecanismo estricto de restricción de gasto, ni tampoco se tenga certeza, como es lo que nos está pasando, de dónde se van a sacar los ingresos para poder retornar a esa senda en la que se respete la regla fiscal, si eso no sucede, pues seguramente las tasas de interés no podrán mantener su senda descendente. Esto, por supuesto, impacta negativamente a los ciudadanos y a las ciudadanas del territorio colombiano, en donde desafortunadamente no podrán, por supuesto, acceder a créditos a más baja tasa", explicó el decano de economía de la Universidad Externado de Colombia, Juan Pablo Herrera.
En el marco fiscal de mediano plazo, el Gobierno anunció la suspensión de la regla fiscal y puso sobre la mesa la necesidad de una reforma tributaria, así como de fuertes recortes de gasto en los próximos años. Un camino que deberá seguir quien llegue a la Casa de Nariño en 2026.
"La solución viene dada por aumentar la confianza por parte del Gobierno y mejorar la calidad crediticia. Es decir, que el gobierno no se endeude tanto y que el déficit fiscal se reduzca. Necesitamos un Gobierno que tenga unos mayores ingresos o que reduzca su gasto para no tener que acudir a la deuda como medida de financiamiento. Si el gobierno no se endeuda tanto la confianza inversionista volverá a llegar, habrá una mayor calidad crediticia del país, se reducen las tasas de interés y eso se trasmite a la economía en general y a los créditos a los que podemos acceder todos en el sistema financiero", señaló el director de estrategia de Aval Casa de Bolsa, Juan David Ballén.
El primer round de esta pelea se dará en los próximos días en el Congreso cuando se presente la nueva reforma tributaria. Una reforma que llegará, en buena medida, al próximo Gobierno.