
Una denuncia publicada por Ivet Playà en sus redes sociales ha generado una fuerte controversia en torno al cantante español Alejandro Sanz, a quien acusa de haber construido y mantenido una relación desigual y manipuladora desde que ella era una adolescente. Aunque no ha interpuesto una denuncia formal ante las autoridades, su testimonio ha encendido las alarmas sobre un fenómeno conocido como grooming, del que asegura haber sido víctima.
¿Qué es el grooming?
El grooming es una forma de abuso en la que un adulto se gana la confianza de un menor de edad, o de una persona joven vulnerable, con fines de manipulación emocional, psicológica o sexual. Aunque el término suele usarse principalmente en contextos de abuso infantil, también puede extenderse a vínculos que, aun iniciándose dentro de la legalidad, se construyen desde relaciones de poder, desequilibrio emocional o dependencia, y donde el adulto se aprovecha de la inexperiencia o admiración del otro.
El grooming suele comenzar en entornos digitales —como redes sociales— y puede derivar en encuentros presenciales, favores, intercambios íntimos o incluso relaciones que, aunque consentidas legalmente, tienen un origen éticamente cuestionable.
Denuncia contra Alejandro Sanz
En un video de más de tres minutos, Ivet Playà narra que todo comenzó en 2015, cuando tenía 18 años y Alejandro Sanz, entonces de 49, comenzó a seguirla y a escribirle mensajes privados a través de redes sociales. La joven, fan del artista desde hacía años, asegura que quedó impactada por la atención de una figura tan famosa.
Con el tiempo, según su relato, el vínculo creció hasta convertirse en una relación personal e íntima. Sanz incluso la contrató para trabajar con él, lo que motivó que Ivet se mudara de Barcelona a Madrid. Ella afirma que sus comunicaciones fueron espiadas, que fue manipulada emocionalmente y que se sintió utilizada y engañada.
“No tengo palabras para expresar lo que he sentido. Me siento humillada, me siento incluso sucia”, expresó en la grabación, en la que también sostiene que el cantante “sabía perfectamente lo que yo era” y que jugó con su admiración y vulnerabilidad.
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Playà aclara que su objetivo al hablar no es dañar por dañar, sino visibilizar un patrón de comportamiento que considera nocivo. “Ya no soy esa niña. La Ivet de hoy sabe lo que es un vínculo sano, proporcional y recíproco”, concluye.
#YAhoraYo pic.twitter.com/cxIIBqNteN
— Ivet Playà 💫 (@ivet_playa) June 15, 2025