En medio de la audiencia contra Juan Carlos Suárez Ortiz, que se desarrolla este jueves 6 de noviembre, la Fiscalía reveló nuevos detalles sobre los minutos previos a la brutal golpiza que le costó la vida a Jaime Esteban Moreno Jaramillo, el joven de 20 años y estudiante de séptimo semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad de los Andes.
El proceso judicial avanza contra Juan Carlos Suárez Ortiz, único capturado y judicializado por el homicidio, quien enfrenta cargos por homicidio agravado en calidad de coautor, aunque no los aceptó durante la diligencia de imputación realizada este 5 de noviembre. El juez de control de garantías deberá definir si Suárez permanecerá detenido mientras avanza la investigación.
Durante la audiencia, la Fiscalía leyó apartes del informe judicial y del testimonio clave de Juan David Cárdenas, amigo de la víctima y testigo directo de los hechos ocurridos en la madrugada del 31 de octubre, a la salida del bar Before Club, en el norte de Bogotá.
Según Cárdenas, él y Moreno fueron abordados por dos hombres y dos mujeres cuando salían del lugar. En medio del altercado, uno de los agresores —identificado como Suárez Ortiz— habría lanzado una amenaza directa que hoy se convierte en una de las piezas clave del caso:
El de la cara pintada de rojo nos dijo: desaparezcan de mi vista o los voy a cascar
Momentos después, relató el testigo, Suárez habría atacado por la espalda a Moreno. “Le propinó un puño a mi amigo por detrás, pegándole en la nuca. Mi amigo del golpe se cae al piso”, leyó la fiscal ante el juez.
En medio de la agresión, una de las mujeres, descrita por Cárdenas como “la del disfraz azul”, señaló a la víctima diciendo: “Era él, ese era el de la discoteca”. La declaración sugiere que los atacantes habrían confundido a Moreno con otra persona, aunque esta hipótesis aún no ha sido confirmada por las autoridades.
Mientras avanza la audiencia, la defensa de Suárez insiste en que su cliente no participó directamente en el homicidio, mientras que la Fiscalía argumenta que existen suficientes elementos de prueba y testimonios que lo vinculan de manera directa con el ataque.
El país sigue atento al desarrollo del caso que ha conmocionado a la comunidad universitaria y reabierto el debate sobre la violencia juvenil en Bogotá.