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El alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, no deja de ser polémico en sus respuestas y con sus abogados retó el fallo del Consejo de Estado que lo suspende por tres meses al ratificar una resolución de la Procuraduría a propósito de un golpe que le dio en la cara al concejal John Claro del partido Alianza Social Indígena-ASI.
Hernández tiene la intención de no acatar la suspensión y dice que no tiene validez porque ya perdió vigencia la resolución de la Procuraduría.
“Los tres meses que dice la resolución de la Procuraduría ya pasaron, entonces quiere decir que pasó el tiempo y que la ejecutoria de esa resolución perdió vigencia, mientras tanto se hizo una investigación contra ese hecho, ya fui a algunas reuniones, entonces eso toca seguir es con la investigación y el procurador ya no puede suspenderme, le tocaría hacerme otra resolución”, dijo Hernández.
Insiste en que los líos judiciales en los que está metido “son culpa de la politiquería” que lo quiere sacar de la Alcaldía de Bucaramanga “para terminar de saquearla”.
“Sigo firme como un riel representando los intereses de la ciudadanía y no permitiendo esa politiquería que me ha venido persiguiendo y que tiene a los bandidos incrustados en los organismos de control, no me arrodillan con eso ni me asustan”, dice.
De igual manera, Hernández criticó fuertemente al gobernador de Santander, Didier Tavera, e insistió en que este lo quiere sacar del cargo porque tiene intereses económicos.
“Todos los peajes de Lebrija los estamos administrando y yo veo que hay un embate del señor gobernador que no tiene los calzones para decirme a mí y pone al secretario jurídico que me ataca, que haga lo que quiera, no le tengo miedo”, asegura.
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Rodolfo Hernández también fue duro en decir que terminará los cuatro años de su mandato porque no ha robado “ni un solo peso”.