
Estas partículas diminutas, de menos de 5 milímetros, se encuentran en todas partes: desde los océanos más remotos hasta el agua que bebemos y los alimentos que consumimos. Pero, ¿cuántos microplásticos consumimos realmente a lo largo de nuestra vida y qué impacto tiene esto en nuestra salud?
Investigaciones recientes indican que el ser humano promedio podría estar ingiriendo aproximadamente 5 gramos de microplásticos a la semana. Esto equivale a la masa de una tarjeta de crédito. Al mes, estaríamos hablando de cerca de 21 gramos y, anualmente, alrededor de 250 gramos. A lo largo de una vida promedio de 70 años, esto sumaría más de 20 kilogramos de plástico.
Fuentes principales de microplásticos
Los microplásticos provienen de una variedad de fuentes. Estos incluyen:
• Desgaste de productos plásticos: Artículos de uso diario como bolsas, envases y juguetes se descomponen en partículas más pequeñas.
• Fibras sintéticas: Ropas hechas de materiales sintéticos liberan fibras microscópicas con cada lavada.
• Cosméticos y productos de higiene: Muchos productos contienen microplásticos diseñados para exfoliar o dar textura.
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• Desechos industriales: Residuos de la fabricación y procesamiento de plásticos.
Impactos en la salud humana
La ingesta de microplásticos no es benigna. Estudios sugieren que estas partículas pueden:
• Adherirse a sustancias tóxicas: Los microplásticos pueden atraer contaminantes presentes en el ambiente, como pesticidas y metales pesados.
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• Alterar el microbioma intestinal: Pueden desbalancear la flora intestinal, lo que se ha relacionado con enfermedades como la obesidad y el síndrome del intestino irritable.
• Causar inflamación y daño celular: El contacto continuo con microplásticos puede provocar respuestas inflamatorias y daño a nivel celular.
Soluciones tecnológicas para la purificación del agua
Ante esta problemática, tecnologías avanzadas de filtración y purificación del agua se presentan como un baluarte en la defensa de nuestra salud. Empresas como Culligan están a la vanguardia, ofreciendo sistemas que eliminan hasta el 99.9999% de las impurezas, incluidos los microplásticos. Esta tecnología no solo asegura agua pura y segura para el consumo humano, sino que también protege contra virus y bacterias.
De acuerdo con Rodrigo Serres, director de Culligan para Latam, empresa multinacional especializada en soluciones de tratamiento de agua, “en Colombia actualmente se consume agua potable más no purificada, esto quiere decir que el acueducto de cada una de las ciudades garantiza que está dentro de los estándares donde el ser humano puede tomar el agua y no nos va a causar una enfermedad grave, pero sí puede generar una enfermedad”
Importancia de la conciencia y regulación
Además de las soluciones tecnológicas, es crucial una mayor conciencia pública y regulación más estricta en la producción y manejo de plásticos. Reducir nuestro consumo de plásticos de un solo uso y apoyar legislaciones que promuevan el reciclaje y reducción de plásticos en nuestros ecosistemas son pasos fundamentales para disminuir la presencia de microplásticos en nuestro entorno.