Durante el mes de enero, se observó una disminución del 10% en la capacidad de los embalses, atribuida a las olas de calor que afectan al país. Este escenario subraya la importancia de evaluar la resiliencia del sistema energético nacional y su capacidad para garantizar un suministro continuo de energía.
Colombia, donde el 70% de la generación de energía depende de hidroeléctricas, se enfrenta a desafíos adicionales debido a condiciones climáticas extremas como el Fenómeno del Niño, que pueden afectar la producción y el suministro energético.
Ante el crecimiento constante de la demanda energética, la transición hacia fuentes renovables y limpias se presenta como una solución tanto para mitigar los impactos climáticos como para democratizar el acceso a la energía y garantizar la soberanía energética.
Javier Ortiz, presidente Andino de Schneider Electric, destacó la importancia de integrar tecnologías en hidroeléctricas para tomar decisiones en tiempo real. La implementación de herramientas digitales permite monitorear los niveles de caudales y prevenir posibles amenazas al suministro de energía, protegiendo así el acceso al recurso, el bienestar social y el medioambiente.
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¿Qué medidas tomar en esta situación?
Ante este panorama, se proponen medidas estratégicas para asegurar un suministro eléctrico estable en medio del recrudecimiento del fenómeno del Niño. La diversificación de la matriz energética, con la incorporación de fuentes como la energía solar, eólica y geotérmica, se vuelve crucial para reducir la dependencia de los recursos hídricos en la generación de energía.
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El compromiso con la sostenibilidad energética es fundamental. Promover la eficiencia energética, fortalecer la infraestructura eléctrica y abordar el desperdicio energético son pasos clave para enfrentar los desafíos presentes y futuros, garantizando un suministro energético confiable y sostenible para todos.