Un vuelo de Condor Airlines que cubría la ruta entre Corfú, Grecia, y Düsseldorf, Alemania, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Brindisi, Italia, después de que el motor del avión experimentara una "reacción cerca del motor".
La emergencia, que incluyó la visión de llamas por parte de los pasajeros, generó un pánico considerable a bordo, llevando a un pasajero a enviar "mensajes de despedida" a sus seres queridos.
El vuelo DE3665 de Condor Airlines, un Boeing 757 con 273 pasajeros y ocho miembros de la tripulación a bordo, despegó del aeropuerto de Corfú poco después de las 8:00 p. m. hora local del sábado. Aproximadamente a las 8:30 p. m., o poco después del despegue, los pasajeros comenzaron a notar llamas brillantes y naranjas que salían cerca del motor derecho del avión.
"De repente, la energía se cortó por unos segundos y nos dimos cuenta de que ya no estábamos ascendiendo", relató un pasajero a medios locales. Otro pasajero describió la experiencia como "increíblemente horrible", añadiendo: "Ya envié mensajes de despedida porque pensé: 'Se acabó'".
Vídeos no verificados compartidos en redes sociales también mostraron el motor derecho del avión emitiendo llamas intermitentemente y se escucharon fuertes estampidos durante el mal funcionamiento.
Condor Airlines no ha confirmado un "incendio en el motor" directamente, pero informó que hubo una "reacción cerca del motor", que usualmente ocurre en la cámara de combustión, resultando en una reacción visible en la parte trasera del motor.
La aerolínea indicó que la tripulación recibió un mensaje de error que señalaba una indicación de un parámetro fuera del rango normal. Esta anomalía fue causada por una perturbación en el suministro de aire al motor, y se mencionó una interrupción del flujo de aire de la turbina a una altitud de aproximadamente 36.000 pies. La aerolínea afirmó que el motor fue apagado de forma controlada.
El avión realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Brindisi en el sur de Italia a las 8:15 p. m. hora local, solo 40 minutos después del despegue. Los medios locales informaron que el tráfico aéreo en Brindisi fue cerrado durante aproximadamente media hora mientras los bomberos esperaban en la pista para atender al avión. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre los 273 pasajeros y ocho tripulantes.
Tras el aterrizaje, los pasajeros y miembros de la tripulación fueron ubicados en hoteles o pasaron la noche en el aeropuerto. La aerolínea admitió que la limitada disponibilidad de hoteles en Brindisi significó que no todos los huéspedes pudieron ser alojados. Condor Airlines organizó vales adicionales y mantas, y algunas tiendas se les permitió permanecer abiertas para proporcionar suministros, ofreciendo reembolsar los gastos de alojamiento alternativo. La aeronave está siendo sometida a una inspección técnica.
En un comunicado, Condor Airlines se disculpó por cualquier inconveniente causado, enfatizando que la seguridad de sus pasajeros y empleados es siempre su máxima prioridad.