Claves del giro a la ultraderecha que dio Chile tras el aplastante triunfo de Kast
Con más del 99 % de los votos escrutados, el exdiputado ultraconservador, de 59 años, logró el 58,17 % de los sufragios, casi 17 puntos más que la izquierdista Jeannette Jara, que obtuvo el 41,83 %.
Chile dio un giro este domingo a la ultraderecha con el triunfo arrollador en las elecciones presidenciales de José Antonio Kast, que se convierte en el primer pinochetista en llegar al poder tras el fin de la dictadura hace 35 años.
Con más del 99 % de los votos escrutados, el exdiputado ultraconservador, de 59 años, logró el 58,17 % de los sufragios, casi 17 puntos más que la izquierdista Jeannette Jara, que obtuvo el 41,83 %.
"Vamos a volver a ser ese país que tanto nos llena de orgullo", clamó el abogado ultraconservador en su primer discurso como presidente electo ante miles de simpatizantes a las puertas de su comando, en Santiago.
A continuación las claves de unas elecciones que confirman el llamado "péndulo chileno", una tendencia que se repite desde 2006 y en la que ningún mandatario le ha entregado la banda presidencial a un sucesor del mismo signo político:
Foto: AFP.
Kast promete "orden" y un "cambio real"
Kast, que sucederá en marzo a Gabriel Boric, referente de una nueva izquierda latinoamericana, se impuso en las 16 regiones del país y consiguió la segunda victoria en segunda vuelta más amplia desde el retorno a la democracia, después del triunfo por 24,3 puntos de la expresidenta progresista Michelle Bachelet en 2013.
En un extenso discurso de casi una hora en el que agradeció varias veces a Dios, el exdiputado y padre de 9 hijos prometió ser "el presidente de todos los chilenos" y "restablecer el respeto de la ley en todo el territorio, sin excepciones, sin privilegios".
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"Chile va a tener un cambio real que ustedes van a empezar a percibir prontamente", indicó Kast, que basó su campaña en la mano dura contra la delincuencia y la migración ilegal y trató a toda costa de esconder su simpatía con la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y sus posiciones ultraconservadoras en materia de libertades individuales.
"La clave del triunfo de Kast estuvo en plebiscitar al Gobierno, en abordar las prioridades de la ciudadanía (seguridad, migración y economía) y en no centrar sus energías en la llamada batalla cultural", dijo a EFE Rodrigo Espinoza, de la Universidad Diego Portales.
José Antonio Kast.
Foto: AFP.
La gran incógnita es el tipo de gobierno que formará Kast y si el líder del Partido Republicano se dejará llevar por sus huestes más radicales o buscará acercarse a la derecha tradicional de la coalición Chile Vamos para crear consensos en un Parlamento sin mayorías.
Jara pide una oposición "propositiva"
Pese a ganar en primera vuelta al frente de la coalición progresista más amplia de la historia, Jara no logró sumar nuevos apoyos ni superar la impopularidad de un Gobierno del que fue ministra de Trabajo y asestó una de las mayores derrotas para la izquierda en las últimas décadas.
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La militante comunista aseguró en su discurso que "en la derrota es donde más se aprende" y llamó a "la unidad" en la coalición que representó para hacer una oposición "propositiva", pero "exigente y firme".
"La incógnita es que va a pasar con el oficialismo cuando asuma Kast. Creo que Jara da en el clavo al decir que tiene que ser una oposición no obstructiva. El éxito de quienes están en la oposición es precisamente ser proactivos y no reactivos, y lograr transformarse en una alternativa real de gobierno", indicó a EFE Octavio Avendaño, de la Universidad de Chile.
Boric insta a Kast a "tender puentes"
Como manda la tradición, el presidente saliente felicitó al ganador en una llamada transmitida por la televisión oficial, en la que Boric invitó a Kast el lunes a La Moneda y reconoció estar "muy orgulloso de la democracia, independiente de quienes celebren, de quienes estén tristes con el resultado de hoy".
En un discurso posterior en la sede del Gobierno, Boric pidió a su antiguo rival político -le ganó en las presidenciales de 2021- "tender puentes" y "escuchar" y se comprometió a liderar un traspaso de poder "fácil y ordenado".
El exlíder estudiantil, que dejará el poder en marzo con apenas 40 años y un 30 % de aprobación, ha tenido un mandato complejo, en el que no ha podido sacar la mayoría de sus promesas de campaña y que ha estado marcado por dos procesos constituyentes fallidos, una ralentización económica y un aumento de la delincuencia y de la percepción de inseguridad.
Alegría en la ultraderecha global
La aplastante victoria afianza el giro ultra que se está dando en la región y causó alegría entre distintos líderes con los que Kast mantiene estrechos vínculos y con los que se reúne en distintas instancias internacionales, como la Conferencia Política de Acción Conservadora o el Foro de Madrid.
Uno de los primeros en reaccionar fue el argentino Javier Milei, que dijo que trabajará con Kast "para que América abrace las ideas de la libertad y se libre del yugo opresor del socialismo del siglo XXI".
También publicó un mensaje en sus redes el líder del partido español Vox, Santiago Abascal, que se refirió a Kast como "querido amigo y aliado" y felicitó al pueblo chileno "por haber optado, con una decisión clara y arrolladora, por la verdad, la libertad y la prosperidad".
"Confiamos en que, bajo su liderazgo, Chile impulsará prioridades compartidas, como el fortalecimiento de la seguridad pública, el fin de la inmigración ilegal y la revitalización de nuestra relación comercial", agregó el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.