Histórico: Francia vende a Ucrania armamento y sistemas de defensa aérea para una década
El encuentro con Emmanuel Macron culminó en una declaración de intenciones que abre el camino para la compra de un centenar de cazas Rafale.
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En una visita cargada de simbolismo político y urgencia estratégica, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski llegó a París para concretar uno de los acuerdos militares más ambiciosos que Kiev ha firmado con un país europeo desde el inicio de la invasión rusa en 2022. El encuentro con Emmanuel Macron culminó en una declaración de intenciones que abre el camino para la compra de un centenar de cazas Rafale, además de sistemas avanzados de defensa aérea y una amplia gama de equipos tácticos fabricados en Francia. El pacto, pensado para extenderse durante los próximos diez años, busca reforzar la capacidad de disuasión ucraniana y consolidar el compromiso europeo con la estabilidad regional.
La reunión tuvo lugar en la base aérea de Villacoublay, donde Macron recibió a Zelenski acompañado de representantes de la industria militar francesa. Allí se presentaron drones, radares, interceptores y bombas guiadas que Francia prevé suministrar a partir de 2026. Aunque París ya había transferido aviones Mirage a Kiev en los últimos años, nunca antes se había considerado la incorporación del Rafale, el buque insignia de la aviación francesa, al arsenal ucraniano.
Macron recalcó que el acuerdo tiene un propósito que trasciende lo bilateral: “Regenerar el ejército ucraniano es garantizar la seguridad de Europa en su conjunto”. Subrayó también que la financiación provendrá tanto del presupuesto francés previsto en la ley de programación militar como de mecanismos europeos creados recientemente para responder a la guerra. Entre esos programas destacan SAFE y ERA, diseñados para fortalecer las capacidades defensivas de los socios estratégicos del bloque.
Zelenski, por su parte, describió el pacto como un “paso histórico” que permitirá modernizar de manera sustancial la defensa aérea y los medios de combate ucranianos. En los días previos a su visita, el mandatario volvió a pedir más baterías antiaéreas ante el recrudecimiento de los ataques rusos, que en la última semana provocaron nuevos muertos en la región de Járkov. El líder ucraniano advirtió que el invierno vuelve a situar a su país en una fase delicada del conflicto, en la que la protección de infraestructuras energéticas y de transporte será clave.
El viaje también tuvo un componente económico relevante. París confirmó la venta de 55 locomotoras eléctricas Traxx Haulers, fabricadas por Alstom y financiadas en parte por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco Mundial. Las primeras unidades llegarán en 2027 y se utilizarán para sostener la red logística ucraniana, especialmente castigada por los recientes sabotajes y bombardeos rusos.
Durante la conferencia conjunta, Macron lanzó una crítica velada a voces políticas occidentales que han sugerido abandonar a Ucrania o negociar precipitadamente con Moscú. Reivindicó que las sanciones internacionales comienzan a impactar en la maquinaria de guerra rusa y que Europa debe mantener la presión diplomática, económica y militar. El mandatario insistió en que su objetivo es lograr una paz “justa y duradera”, pero solo posible si Kiev cuenta con la capacidad de proteger su soberanía.
Zelenski coincidió en este diagnóstico y agradeció el respaldo francés al considerar que Ucrania representa hoy “la primera línea de defensa del continente”. Para ambos gobiernos, la modernización militar prevista durante la próxima década no es solo una respuesta al presente conflicto, sino una apuesta a largo plazo por la seguridad europea y por la autonomía estratégica de la industria de defensa del continente.
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