La relación entre el gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia está completamente rota. El mandatario tomó la decisión de encarcelar sacerdotes y cerrar templos para que los feligreses no se puedan tomar la eucaristía.
En el último episodio del enfrentamiento entre el gobierno y la Iglesia católica, monseñor Rolando Álvarez, crítico del presidente nicaragüense fue detenido el viernes y trasladado a su residencia familiar en Managua, donde permanece privado de libertad.
El periodista Israel González Espinoza, quien está exiliado en España, entregó en Sala de Prensa detalles sobre la dictadura que se vive en Nicaragua.
“Monseñor Rolando Álvarez es prácticamente un símbolo de lo que está sucediendo en Nicaragua, un país que está viviendo una de las dictaduras más represivas que ha vivido América latina. Y que tiene en la Iglesia precisamente una oposición fuerte, porque es la última institución dentro del país que sigue hablando de las graves violaciones que se están cometiendo en Nicaragua”, indicó.
González Espinoza habló de los graves atropellos que se registran en el país centroamericano: persecuciones a la prensa, a los opositores y empresarios y ahora encarcelar religiosos. También se refirió a la postura del gobierno de Gustavo Petro frente a la violación de derechos humanos en su país.
“Tienen que ser los pueblos de América latina los que deben manifestarse, porque como se está viendo en las imágenes salir con una bandera nacional a decir ¡Libertad, queremos democracia! Inmediatamente te hace ser un enemigo del Estado… En todos los países tiene que existir una solidaridad activa con el pueblo de Nicaragua”, dijo.
Frente a la ausencia de Colombia en la sesión de la OEA, que buscaba condenar la violación sistemática de derechos humanos por parte de Ortega, González fue enfático.
“Creo que el gobierno del presidente Gustavo Petro tiene un gran oportunidad de posicionarse en temas progresistas o de izquierda, con una agenda en favor de los derechos humanos en toda América latina. Si él quiere ser coherente con esa política, que desde el momento que asume el poder dijo que iba a tener de respeto a los derechos humanos; yo creo que no puede ser tibio ante lo que está pasando en Nicaragua. Considero que esa línea que tenía en algunos tuits antiguos condenando a Ortega y a Murillo tienen que seguir y que la diplomacia de la paz también pasa por la diplomacia de la solidaridad con los derechos humanos de los pueblos de Venezuela, de Cuba y de Nicaragua”, sentenció.
Por su Parte, el papa Francisco expresó este domingo su "preocupación" por las crecientes tensiones entre el gobierno de Nicaragua y la Iglesia católica, dos días después de la detención del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, crítico del presidente Daniel Ortega.