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Un hallazgo estremecedor en el municipio de Teuchitlán, en el estado de Jalisco, reveló la magnitud de la violencia y el horror que se vive en uno de los países de Suramérica y que registró una vez más otro caso de conmoción y de deshumanización que hay en la sociedad. Una oferta de trabajo falsa desencadenó en una tragedia para cientos de familias.
Según informó el colectivo Guerreros Buscadores, un rancho conocido como La Estanzuela operaba como un centro multifuncional del crimen organizado , donde se llevaban a cabo actividades que incluían reclutamiento forzado, entrenamiento de sicarios, tortura, incineración de cuerpos y entierros clandestinos. Este lugar, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha sido descrito como un auténtico campo de exterminio.
El colectivo, conformado principalmente por familiares de personas desaparecidas, descubrió el sitio tras recibir testimonios de jóvenes que lograron escapar de este lugar. Según estos relatos, las víctimas eran engañadas con ofertas de trabajo en Guadalajara, la capital del estado. Al llegar a la central de autobuses, eran secuestradas, despojadas de sus pertenencias y trasladadas al rancho, donde comenzaba un proceso de deshumanización y sometimiento .
Un lugar de horror y deshumanización
De acuerdo con los testimonios recopilados por Guerreros Buscadores, las personas retenidas en La Estanzuela eran obligadas a dormir en el suelo y sometidas a entrenamientos físicos extremos. Aquellos que no lograban superar las pruebas eran castigados con días de inanición, permaneciendo atados. En los casos más extremos, los reclutas eran asesinados
por sus propios compañeros como parte de un proceso de adoctrinamiento.
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El rancho, apodado de manera macabra como "el kínder" por sus operadores, funcionaba como una escuela de violencia para nuevos integrantes del CJNG. Allí, los reclutas eran entrenados para torturar y matar , mientras se les despojaba de su identidad mediante el uso de apodos y la ruptura de cualquier vínculo con sus familias. Según las investigaciones, este lugar habría operado durante al menos tres años, a tan solo una hora de Guadalajara, sin que las autoridades lograran detener sus actividades.
Evidencias del horror
El colectivo encontró en el rancho una serie de objetos personales que pertenecían a las víctimas, entre ellos mochilas, maletas, ropa, documentos y cartas. También se hallaron tres hornos crematorios y restos humanos
semicalcinados, cuya cantidad aún no ha sido determinada. Uno de los elementos más impactantes fue el descubrimiento de aproximadamente 200 pares de zapatos, que evidencian la magnitud de las atrocidades cometidas en este lugar.
Además, en el sitio se encontraron altares dedicados a la Santa Muerte y a prácticas de santería, así como casquillos de bala y cargadores de armas. Las madres buscadoras que ingresaron al rancho rompieron en llanto al comprender la magnitud del sufrimiento que allí se vivió. Según reportó Guerreros Buscadores, la mayoría de las víctimas eran jóvenes, y algunos usuarios en redes sociales ya han comenzado a identificar objetos que pertenecieron a sus seres queridos.
La Fiscalía de Jalisco y la Guardia Nacional ya habían inspeccionado este rancho en septiembre del año pasado. En ese momento, se reportó la detención de diez personas, la liberación de dos víctimas y el hallazgo de un cuerpo envuelto en bolsas de plástico. Sin embargo, las autoridades cerraron la investigación argumentando que el tamaño del rancho, de aproximadamente una hectárea, dificultaba la búsqueda de más evidencias.
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El fiscal del casol señaló que algunos cuerpos habían sido enterrados bajo capas de tierra y losas de ladrillo, lo que complicaba su localización. No obstante, el colectivo Guerreros Buscadores logró encontrar pruebas contundentes que reabren el caso y exigen una investigación exhaustiva .
El Fiscal del Estado, Salvador González de los Santos, realizó esta tarde una supervisión de los trabajos en el Rancho Izaguirre y detalló los nuevos indicios encontrados a partir del trabajo de los colectivos.
— Fiscalía del Estado de Jalisco (@FiscaliaJal) March 12, 2025
Te compartimos los detalles en este video: pic.twitter.com/RWbKNx9XVj
¿La violencia en México rebasó el Estado?
Este hallazgo no es un caso aislado. A finales de enero, las autoridades de Jalisco liberaron a 38 personas en Teuchitlán, de las cuales 36 estaban retenidas contra su voluntad
por el CJNG. Situaciones similares han ocurrido en otros estados, como Oaxaca, donde al menos 16 personas desaparecieron en los últimos dos meses en destinos turísticos como Huatulco, Zipolite y Puerto Escondido. De estas víctimas, nueve fueron encontradas sin vida en un vehículo en Puebla, mientras que el paradero de las otras siete sigue siendo desconocido.
El caso de La Estanzuela pone en evidencia la descomposición social y la magnitud de la violencia en México. Según cifras oficiales, más de 124.000 personas están reconocidas como desaparecidas y no localizadas en el país, mientras que el sexenio pasado registró cerca de 200.000 homicidios. Este rancho es un recordatorio de las historias de sufrimiento que se esconden detrás de estas estadísticas.
Reacciones oficiales
En una conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el hallazgo como "terrible" y señaló que la Fiscalía General de la República (FGR) podría atraer el caso para garantizar una investigación a fondo. También cuestionó por qué las autoridades locales no llevaron la investigación hasta sus últimas consecuencias.
El descubrimiento de La Estanzuela no solo expone la brutalidad del crimen organizado
, sino también la ineficacia de las autoridades para prevenir y resolver estos crímenes. Mientras tanto, colectivos como Guerreros Buscadores continúan desempeñando un papel crucial en la búsqueda de justicia y verdad para las víctimas y sus familias.
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