El personal del Batallón de Infantería N.º 15 General Francisco de Paula Santander, ubicado en Ocaña, Norte de Santander, completó ya dos días sin acceso al servicio de agua potable. La situación, confirmada por fuentes del Ejército, afecta a más de mil hombres que permanecen en esta unidad militar ubicada en una de las regiones más complejas y sensibles en materia de seguridad.
El corte del servicio no obedece a fallas técnicas, sino a un problema administrativo. Según la información conocida por Blu Radio, el suministro de agua fue suspendido porque no se ha pagado a la Empresa de Servicios Públicos de Ocaña (ESPO) un monto cercano a los 230 millones de pesos. Además, no se ha realizado la gestión necesaria para restablecer el servicio mientras se resuelve la deuda, lo que ha prolongado la crisis dentro del batallón.
La falta de agua ha puesto en alerta a la unidad militar, no solo por el número de uniformados afectados, sino por las condiciones básicas que se han visto comprometidas. Al no contar con agua potable, el personal tampoco tiene acceso al servicio de baños ni duchas, lo que agrava la situación sanitaria y logística para quienes viven y operan dentro del batallón.
En un departamento marcado por la presencia de grupos armados ilegales y por operaciones permanentes, la interrupción de un servicio esencial como el agua representa un riesgo adicional. La tropa continúa a la espera de que se adopten medidas urgentes para superar el problema y restablecer un servicio fundamental para la vida y el funcionamiento de la unidad.