Centro Democrático por magnicidio de Miguel Uribe: “No se puede recrudecer violencia política”
El director del Centro Democrático lamentó que Colombia haya regresado a sus peores tiempos de la violencia política.
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La muerte del senador Miguel Uribe Turbay, confirmada en la madrugada de este lunes en la Fundación Santa Fe de Bogotá, ha provocado una oleada de consternación en el país. El director del partido Centro Democrático, Gabriel Vallejo, expresó en entrevista con Mañanas Blu un mensaje de duelo, pero también de advertencia: “El país no puede recrudecerse en la violencia política, pareciera que ese círculo se repite de generación en generación”.
Visiblemente afectado, Vallejo afirmó que la tragedia no golpea solo a su colectividad, sino que “embarga de tristeza a Colombia entera”. Recordó la trayectoria de Uribe como un político “luchador, de carácter y con una capacidad de trabajo impresionante”, y llamó a honrar su memoria continuando sus banderas: una Colombia segura y próspera.
“El mensaje es un mensaje de serenidad en este momento y de que pensemos como colombianos cómo vamos a erradicar de una vez por todas esta violencia política que nos ha arrebatado la esperanza como país”, señaló el dirigente.
Sobre quién asumirá la curul que deja vacante Uribe, Vallejo aclaró que la decisión corresponde al Consejo Nacional Electoral (CNE). Aunque se mencionó inicialmente a Santiago Valencia, exrepresentante y exsenador, el informe más reciente del CNE ubica a María Angélica Guerra, del departamento de Sucre, como siguiente en la lista del Centro Democrático.
“Todavía no está confirmado, debe ser el Consejo Nacional Electoral el que remita la certificación al Senado”, explicó Vallejo, poniendo fin a las especulaciones inmediatas.
La lista de líderes asesinados en la historia política del país es larga: Rafael Uribe Uribe (1914), Jorge Eliécer Gaitán (1948), Jaime Pardo Leal (1987), Luis Carlos Galán (1989), Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro (1990), Álvaro Gómez Hurtado (1995) y ahora Miguel Uribe Turbay en 2025.
Para Vallejo, este patrón revela que la violencia política sigue incrustada en la cultura nacional. “Quienes hemos vivido estos magnicidios sentimos que nos arrebatan la esperanza como país”, afirmó.
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El director del Centro Democrático insistió en que la única manera de cerrar este ciclo es enfrentar de forma decidida al narcoterrorismo. “Mientras aquí no haya determinación para enfrentar a los violentos, difícilmente vamos a lograr la paz”, sostuvo.
Asimismo, subrayó la necesidad de una reforma educativa profunda que aborde las causas estructurales de la violencia. “Colombia ha sido la democracia más estable y la economía mejor manejada de Latinoamérica, pero hemos sido el país más violento. ¿Qué nos está ocurriendo?”, cuestionó.
Vallejo criticó los intentos recientes de negociar con grupos armados, afirmando que estos “viven del caos” y que la seguridad debe ser entendida como un pilar para alcanzar la paz.
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Aunque las autoridades no han concluido las investigaciones, versiones preliminares apuntan a que el asesinato de Uribe podría estar vinculado a órdenes de la Segunda Marquetalia, disidencia de las FARC liderada por Iván Márquez. El hecho ha reactivado el debate sobre la combinación de “formas de lucha” y la necesidad de un frente común contra la ilegalidad.
“Este país debe procurar la seguridad como un valor democrático… la seguridad no es opuesta a la paz, es condición para alcanzarla”, enfatizó Vallejo.
El asesinato de Miguel Uribe Turbay deja un vacío político y reabre una herida histórica que Colombia no ha sabido cerrar. Entre el duelo y la indignación, la advertencia del Centro Democrático es clara: no permitir que el país vuelva a sumirse en el espiral de violencia política que ha marcado su historia reciente.