Según el estudio, basado en datos oficiales de la Fiscalía, el Consejo Superior de la Judicatura y el INPEC, solo el año pasado ingresaron 1,87 millones de noticias criminales al sistema. De esas, más de la mitad fueron presentadas por denuncia ciudadana (55,6%) y otro 26,6% por querella. Pero la mayoría se estancó en los primeros pasos del proceso penal.
Allí, uno de los puntos críticos es la capacidad institucional: el país cuenta con solo 8,9 fiscales por cada 100 mil habitantes, y casi el 80% están en condición de provisionalidad, lo que limita la respuesta frente al volumen de casos, la Corporación Excelencia a la Justicia advierte que el sistema “recibe millones de casos por una boca ancha, pero se atasca en un cuello angosto”.
Los datos confirman que en 2024, el 81,9% de los procesos cerrados terminó archivado, mientras que solo el 3,7% fue resuelto por un juez en primera instancia.
Hablando de las ciudades principales, en Bogotá la situación es aún más crítica porque, según el estudio, nueve de cada diez casos se archivan sin responsables ni decisiones de fondo.
Las razones detrás de estos archivos también son preocupantes. El 53% se cerró por imposibilidad de identificar a los autores o víctimas, y el 42,8% porque el hecho no existió o no constituía delito, para la CEJ, esto refleja las limitaciones investigativas del Estado y una práctica en la que el archivo, pensado como una medida excepcional, se volvió la regla general.
Lo cierto es que de los pocos procesos que logran llegar a juicio tampoco garantizan resultados, por ejemplo, en 2024 la tasa de absolución en juicio oral fue del 56,6%, y en delitos como violencia intrafamiliar superó el 80%. La mayoría de las condenas provienen de preacuerdos (35,6%) y aceptaciones de cargos (13,8%), no de juicios completos.
"Las cifras revelan un círculo vicioso: millones de denuncias que no avanzan, una utilización masiva del archivo como herramienta de gestión y una justicia de fondo que se aplica en un porcentaje relativamente menor de los casos" dice el informe.