La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos alcanzó uno de sus puntos más críticos tras las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien calificó al mandatario colombiano Gustavo Petro como un “líder del narcotráfico” y tildó al país de “santuario de la droga”. Aunque las medidas anunciadas por la Casa Blanca, como la suspensión de ayudas económicas, aún no se han concretado, el ambiente binacional se ha visto fuertemente deteriorado.
La exvicepresidenta y excanciller Marta Lucía Ramírez, habló con El Radar de Blu Radio, y calificó la situación como “un momento realmente muy grave”, señalando que Colombia depende en gran medida de la cooperación estadounidense, no solo en temas de seguridad, sino también en el ámbito comercial. “Venir con bravuconadas a tirarle la puerta a Estados Unidos cada vez que al presidente se le ocurre es un gran error, una irresponsabilidad con los colombianos”, afirmó Ramírez.
Riesgos económicos y pérdida de empleos
Ramírez alertó sobre las posibles consecuencias económicas si Washington decide imponer aranceles a los productos colombianos o suspender los beneficios comerciales. Sectores como las flores, el café y las confecciones, que dependen en gran parte del mercado estadounidense, serían los más golpeados. “Si llegamos a perder ese mercado, es el trabajo de casi dos millones de personas, en su mayoría mujeres cabeza de hogar”, advirtió.
Además, recalcó que la actual incertidumbre política y jurídica del país “ha frenado la creación de empleo formal y desbordado la informalidad”, un panorama que, sumado a la tensión internacional, agrava la estabilidad económica nacional.
La cooperación militar en riesgo
La exministra de Defensa recordó que la ayuda militar estadounidense fue decisiva en la lucha contra el narcotráfico durante los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, especialmente a través del Plan Colombia. “Sin esa cooperación no habríamos podido enfrentar al narcotráfico ni fortalecer la fuerza pública”, aseguró. La posibilidad de perder ese respaldo representa, según Ramírez, un serio riesgo para la seguridad nacional.
Propuestas y salidas a la crisis
De cara a los próximos meses, Ramírez propuso reactivar una “diplomacia paralela” liderada por empresarios y exfuncionarios para mitigar las tensiones. Asimismo, planteó una solución estructural, sustituir 300 mil hectáreas de coca por cultivos de alimentos con valor agregado, destinados tanto al consumo interno como a la exportación.
“Tenemos que transformar esas zonas cocaleras en polos de producción de palma, café, cacao y proteína animal”, concluyó la exvicepresidenta, destacando que el reto inmediato del país es sobreaguar hasta el cambio de gobierno en 2026 sin perder el respaldo de su principal aliado internacional.
Vea la entrevista completa acá: