
La Defensoría del Pueblo, en alianza con la delegación para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal, y con el respaldo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-Derechos Humanos), la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP/OEA) y la Misión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia (UNVMC), convocó a los partidos y movimientos políticos, así como a los comités inscriptores de candidaturas, a suscribir un conjunto de compromisos orientados a garantizar un proceso electoral pacífico, transparente y respetuoso de los derechos fundamentales.
Entre los compromisos asumidos por los actores políticos se destacan:
- Defender la primacía de la vida: Rechazar toda forma de violencia contra aspirantes a cargos de elección popular, y promover el respeto a la vida, incluso de los adversarios políticos.
- Adoptar una política de no violencia: Erradicar toda manifestación de violencia en el proceso electoral, especialmente contra mujeres en política, y fomentar el respeto por la diferencia.
- Respetar las instituciones y las normas: Cumplir las reglas establecidas en el ordenamiento jurídico vigente durante el desarrollo de las campañas y las elecciones.
- Defender la democracia: Impulsar una cultura política plural, inclusiva y respetuosa de las ideas diferentes, como base del sistema democrático.
- Promover un lenguaje constructivo: Evitar el uso de discursos ofensivos, racistas o discriminatorios, especialmente en redes sociales, y rechazar la estigmatización o el uso de información falsa como estrategia política.
- Garantizar información veraz: Comprometerse con la transparencia en la comunicación, tanto en espacios presenciales como en plataformas digitales.
- Acoger el diálogo como principio democrático: Priorizar el diálogo como medio para la resolución de diferencias y fortalecer la convivencia política.
- Reconocer el papel de la juventud: Visibilizar y fortalecer la participación política de las y los jóvenes como actores claves en la construcción democrática.
- Apoyar manifestaciones pacíficas: Respetar y promover las protestas no violentas como expresión legítima de la ciudadanía.

La Defensoría del Pueblo, en articulación con la Misión de Observación Electoral, MOE, liderará un proceso de seguimiento y monitoreo a estos compromisos, tanto a nivel nacional como territorial. En caso de incumplimiento, se emitirán llamados públicos y recomendaciones pertinentes. Este seguimiento contará con el acompañamiento de todas las entidades convocantes.
Finalmente, se hace un llamado a las más altas autoridades de las tres ramas del poder público, así como a los sectores sociales, académicos, empresariales y a los medios de comunicación, para que se sumen a este compromiso colectivo por unas elecciones libres, transparentes y en paz en Colombia.