Editorial: Las dudas sobre la voluntad de paz del ELN
Hay muchas dudas en la sociedad colombiana luego de la segunda frustración en menos de siete meses para la efectiva instalación de una mesa formal de negociaciones entre el Gobierno y el ELN.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La vieja guerrilla, creada en los años 60 por Fabio Vásquez Castaño y de la que formaron parte los sacerdotes Camilo Torres Restrepo, Manuel Pérez y Domingo Laín, hoy parece dividida en frentes criminales dedicados al secuestro, a la extorsión, al asesinato de civiles y otras tropelías.
A diferencia de las Farc, el ELN tiene una dirección colegiada, representada en el Comando Central, en donde además de los dogmáticos Pablo Beltrán, Antonio García y Gabino, está un delincuente de la calaña de alias Pablito, amo y señor de Arauca y del oriente de Colombia, quien prefiere seguir viviendo de la economía ilegal de frente, sin ningún disfraz de tipo político.
En marzo se hizo el mismo anuncio de septiembre, sobre el inicio formal de diálogos en Quito, y esa vez, como ahora, el ELN incumplió: en esa oportunidad dijeron que no tenían ningún compromiso para liberar a los secuestrados y que de hecho no iban a dejar de cometer ese delito.
En el entretanto el ELN siguió secuestrando, se llevó a los periodistas Salud Hernández, Diego Veloza, Diego de Pablos y otros, y ahora, en medio de una evidente tomadura de pelo, sabe que debe liberar al exrepresentante Odín Sánchez Montes de Oca y no lo hizo, dejando 18 sillas vacías en Quito.
Y para completar el indignante cuadro, anoche el frente Domingo Laín, el mismo encabezado por alias Pablito, mató con tiros de gracia a dos humildes conductores de camiones transportadores de crudo en Fortul, Arauca.
Las dudas
¿El ELN tiene voluntad de paz?
¿Las divisiones en esa guerrilla harán naufragar este intento?
¿Hasta dónde debe esperar el Gobierno para suspender definitivamente este intento? El plazo es el 3 de noviembre.
Señores del ELN: Liberen a Odín Sanchez, a Octavio Figueroa y a los demás secuestrados que están en su poder.