La región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, cierra el año sumida en una profunda crisis de orden público. El pasado 26 de diciembre, se registraron violentos enfrentamientos entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las Farc (bajo el mando de 'Calarcá'), específicamente sobre el kilómetro 16 de la vía que conduce al corregimiento de La Gabarra, en el municipio de Tibú.
Según informó el alcalde municipal, Richard Claro, en Mañanas Blu, los combates comenzaron desde la madrugada, obligando a la población civil a resguardarse en una escuela local antes de emprender el camino hacia el casco urbano.
Desplazamiento masivo
La situación ha provocado el desplazamiento de, hasta el momento, 187 personas, lo que representa aproximadamente 60 a 64 núcleos familiares que llegaron al casco urbano de Tibú buscando protección. Estos ciudadanos están siendo recibidos inicialmente en la alcaldía y posteriormente trasladados a un albergue de paso administrado en conjunto con la Diócesis de Tibú.
El mandatario local expresó su preocupación por el estado emocional de la población, especialmente de los menores de edad. "Es necesaria la atención psicosocial para estos niños y niñas que están en una situación emocional bastante compleja al escuchar enfrentamientos, drones y atentados", afirmó Claro, subrayando que las familias han pasado una Navidad marcada por la intranquilidad.
Un clamor por seguridad y recursos
El panorama en Tibú es crítico, pues el municipio asegura no contar con el presupuesto suficiente para atender de manera prolongada a la población desplazada, por lo que han solicitado la subsidiaridad del Gobierno Nacional y departamental, así como de la Unidad para las Víctimas.
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