Federico Andrés Gutiérrez Zuluaga (Fico) es un ingeniero civil de 47 años que nació en Medellín, en el hogar de Amparo y Hernán, que ya no están con él, pero de quienes reza religiosamente en cada intervención las frases enseñanzas que le dejaron a él y a sus hermanas, “Cata y Juli”.
En esa casa de clase media en la que creció, en el barrio Alameda, forjó su carácter “firme con los argumentos y suave con las personas” y descubrió que la única comida que no le gusta es “la poquita” y que “la mejor herencia que se les puede dejar a los hijos es la educación”.
Está casado con Margarita Gómez, su ‘Margara’, con quien tiene dos hijos: Emilio y Pedro.
La puntualidad, al menos en campaña, no es su mayor virtud, pero sí pareciera que lo es su amabilidad con la gente. A donde llega saluda del primero al último de los presentes y repite el mismo procedimiento para despedirse. ‘Fico’ se mete hasta a la cocina, si le toca, para saludar y decir su ya muy famosa frase “Hola, ¿cómo estás?”, que se ha vuelto su sello personal, junto a su desaliñado pelo rizado que, por más que peine, no logra domar.
Estudio ingeniería en su ciudad natal. Se graduó en la Universidad de Medellín, donde cursó después una especialización en Alta Gerencia y después otra en Ciencias Políticas, esta vez en la Universidad Pontificia Bolivariana.
Su trayectoria en el sector público es de 20 años en los que ha sido consejero Municipal de Planeación, consultor en seguridad urbana en varios países de Sudamérica y alcalde de Medellín entre 2016 y 2019, el primero elegido por firmas ciudadanas y no por un partido político tradicional.
Sus polémicas
Pese a lo popular que ha sido, logrando una aprobación por encima del 80 % en su gestión como mandatario de la capital antioqueña, Gutiérrez no ha estado alejado de las controversias. Durante la campaña lo han atacado por Gustavo Villegas, quien fue su secretario de seguridad, y sobre quien pesan acusaciones por sus presuntos vínculos con la estructura criminal ‘La Oficina’.
Sobre ese espinoso tema que lo ha convertido en blanco de críticas durante la campaña, Fico responde que Villegas “fue condenado por algo que se llama ‘abuso de poder’, porque como funcionario público no denunció una extorsión de la que venía siendo víctima la empresa familiar que él tenía de distribución de alimentos en varios barrios de la ciudad”. Sin embargo, sobre el tema tiene aún preguntas por responder.
A Gutiérrez también lo señalan por tener hoy el apoyo de partidos políticos tradicionales como el Conservador y el Liberal, pero además de clanes políticos como el de los Gnecco, del César, o los Cotes, en el Magdalena, entre otros.
A estos cuestionamientos el aspirante a respondido que con los únicos que no hace alianza es con los “corruptos ni los bandidos” y que no tiene personas condenadas en su campaña. Asimismo, ha negado ser el ‘gallo tapado’ del expresidente Álvaro Uribe, negando ser el “Duque II”, como lo califican sus contradictores.
Pese a todo eso, Fico quiere unir al país, según dice en todos los debates e intervenciones y, aunque lo encasillan como “el candidato de la derecha”, él insiste en que no tiene ningún proceso por corrupción y que quiere poner en marcha un “proceso de unidad nacional que deje atrás la polarización”.
Fico, que dice ser el candidato de la gente, llega a la primera vuelta con un firme discurso contra el populismo y contra Gustavo Petro. Este domingo se sabrá si esa resistencia que genera el candidato del Pacto Histórico en algunos sectores es suficiente para darle cupo en la muy posible segunda vuelta.
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