El fundador de Guarumo, Víctor Muñoz, aseguró en Mañanas Blu 10:30 AM que las consultas interpartidistas cumplen un papel clave en la configuración del panorama electoral. “Son importantes y beneficiosas para los candidatos”, dijo al resaltar que estos mecanismos permiten dinamizar nombres y fortalecer el reconocimiento público antes de la primera vuelta.
Según Muñoz, el escenario político “no cambia” por ahora, porque existe un grupo consolidado de aspirantes que solo espera el 17 de diciembre para confirmar quiénes llegarán formalmente con las firmas. Mencionó que Enrique Peñalosa tendría ya un coaval definido, mientras que Juan Daniel Oviedo tomará su decisión después de entregar las firmas.
El analista explicó que, pese a las dudas expresadas por el expresidente Álvaro Uribe sobre el tamaño y la pertinencia de las consultas, el proceso sigue en firme. Recordó que 35 aspirantes manifestaron intención de participar, por lo que “consulta vamos a tener”, a la espera de que el Centro Democrático y Juan Carlos Pinzón se sumen o no.
Muñoz también destacó que para lograr una consulta única de centro-derecha es necesario resolver “viejas discusiones” internas. Señaló que detrás del proceso hay una mecánica electoral que los partidos están evaluando y anticipó que “sobre el 18 se debe estar anunciando quiénes irían en esta gran consulta”.
El consultor defendió que las consultas, al coincidir con las elecciones legislativas, movilizan a las bases de partidos como el Centro Democrático, Conservador, Liberal y el Pacto. Esta participación, indicó, impulsa el reconocimiento de los aspirantes y fortalece sus campañas rumbo a la primera vuelta.
Aunque valoró la información que aportan las encuestas, insistió en que estas “no sustituyen el voto directo” y que deben entenderse como una herramienta complementaria. También recordó que hay candidatos que han llegado sólidos a primera vuelta sin participar en consultas.
Muñoz advirtió que la recolección de firmas supone un costo aproximado de 2.000 millones de pesos, lo que calificó como “un esfuerzo gigantesco”. Proyectó que en marzo podría haber entre 22 y 23 precandidatos, pero insistió en que las consultas son necesarias para reducir el abanico a “máximo 8 nombres en mayo”, una cifra más manejable para el electorado.