El presidente Gustavo Petro sostuvo en un consejo de ministros televisado que, tras la supuesta descertificación de Colombia por parte de Estados Unidos en materia de lucha contra las drogas, “se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y de sus Fuerzas Militares del armamento de los Estados Unidos. No más limosnas ni regalos”.
Frente a esa afirmación, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, afirmó en Recap Blu que “siempre va a ser fundamental la cooperación entre las naciones” y que Colombia valora y respeta cualquier ayuda que contribuya a la seguridad.
Sánchez explicó que en términos presupuestales el Gobierno ha hecho “un esfuerzo enorme, histórico”: indicó que el presupuesto actual ha sido el más alto asignado este año, “60 billones de pesos”, frente a 59,3 billones del año anterior, y que la proyección para el próximo año es de 66 billones. No obstante, subrayó que gran parte de ese presupuesto está comprometido: “el 79 % del presupuesto se va para gastos de personal”, por lo que, tras otras obligaciones, queda un monto reducido para funcionamiento y nuevas capacidades.
El ministro detalló además que factores como las indemnizaciones por la muerte de miembros de la fuerza pública y las asignaciones de retiro a soldados incorporados entre 2001 y 2008 también tensionan las arcas. En ese marco, dijo que el presidente asignó “un billón de pesos más al Ministerio de Defensa” para invertir en capacidades estratégicas, inteligencia, movilidad y protección frente a amenazas como drones, y que se proyecta adquirir capacidades adicionales con vigencias futuras.
Sobre la polémica en torno a la extradición de narcotraficantes, Sánchez defendió la labor de las Fuerzas y negó que quienes no han sido extraditados estén en libertad: “Esas personas están totalmente custodiadas y no están en libertad”.
Afirmó además que, en términos históricos, la cantidad de extradiciones realizadas por el Gobierno ha sido “prácticamente de las más altas” y recordó que la ley colombiana otorga al Estado la atribución de decidir sobre extradiciones en función de procesos que buscan, según el ministro, “eliminar la violencia” y avanzar en desmovilizaciones. “Si vemos que no están cumpliendo, se van de una vez”, remató sobre la posibilidad de enviar a condenados a otro país si la situación lo exige.