En diálogo con Mañanas 10:30, el excanciller Guillermo Fernández de Soto cuestionó de forma contundente el borrador de decreto que eliminaría los requisitos para ejercer como embajador o cónsul en Colombia.
El exministro calificó la propuesta como “una verdadera locura” y advirtió que su implementación pondría en riesgo la profesionalización de la diplomacia, la seguridad nacional y la credibilidad internacional del país.
Fernández de Soto, quien fue canciller, viceministro y embajador ante Naciones Unidas y en Holanda, aseguró que el proyecto conocido la semana pasada “es verdaderamente algo muy malo para la carrera diplomática”.
Recordó que el decreto Ley 203 de 2003, que él expidió con facultades extraordinarias del Congreso, estableció las bases para profesionalizar el servicio exterior. A su juicio, desmontar esas exigencias —incluyendo la formación profesional y el dominio de otro idioma— “revive un debate para mal”.
El excanciller explicó que la diplomacia cumple una función estratégica: defender los intereses del país en organismos multilaterales y en las relaciones bilaterales. Por eso considera que retirar los requisitos para los cargos más altos del servicio exterior es “absurdo”.
“Quitar ahora los dos requisitos esenciales […] es dejar sin requisitos a quienes son la cúpula de esa carrera diplomática”, afirmó.
También advirtió que la medida representa una afrenta para más de 2.000 colombianos que se presentaron al reciente concurso para ingresar al servicio exterior, una señal —dijo— de que existe interés en ingresar por méritos y cumpliendo las reglas. Para él, aprobar este decreto “pone en seria duda el futuro de la carrera diplomática”.
Riesgos para la seguridad nacional
Consultado sobre las implicaciones en seguridad, Fernández de Soto fue enfático en que el impacto sería grave. Según explicó, los embajadores manejan información sensible y representan al país en negociaciones decisivas. “El tema de la formación, de la madurez del embajador, es esencial”, dijo.
Sobre el contexto en el que aparece el borrador, en plena etapa preelectoral, alertó sobre el posible uso político del servicio exterior: “El más delicado es usar el servicio exterior para cuestiones políticas, es ofrecer cargos para que el presidente de la República, sin tener que tener en cuenta ningún requisito, nombre y nombre”.
El excanciller citó también las advertencias hechas por el presidente del sindicato del Ministerio, MIPRO, sobre el riesgo de afectar la institucionalidad de la Cancillería. “¿Para qué Cancillería, si… podemos nombrar a cualquier persona sin ningún requisito?”, cuestionó.
Ante la pregunta sobre la participación del país en el Consejo de Seguridad de la ONU a partir de enero de 2026, el excanciller insistió en que este decreto podría tener consecuencias lamentables: “Imagínense el impacto que empiecen a nombrar embajadores […] que no han tenido ninguna experiencia”.
Recordó que fue dos veces presidente del Consejo de Seguridad y que la tarea exige experiencia, conocimiento técnico e idiomas. En su opinión, un embajador sin estas capacidades haría que Colombia perdiera una “oportunidad maravillosa” y afectaría las relaciones con otros países. “Si uno manda una persona que no puede siquiera hablar con otro embajador en inglés… es muy delicado”, afirmó.
Fernández de Soto insistió en que el borrador tiene un “racionamiento político muy peligroso” y alertó que nombrar embajadores en época de campaña sería “una atrocidad con el país”. Incluso aseguró que la medida podría aislar diplomáticamente a Colombia.
Antes de cerrar, expresó su esperanza de que el decreto “no se firme” o que la Corte Constitucional determine su inconveniencia. Según dijo, varios expertos sostienen que el proyecto podría caerse judicialmente de inmediato.
Escuche la entrevista completa en el audio adjunto: