"Con grupos paramilitares, con crímenes y atentados, con amenazas y terror no puede materializarse la paz", afirmó el grupo guerrillero en un comunicado leído en La Habana, a propósito de la reanudación de los diálogos después de una pausa de dos semanas.
La organización urgió al gobierno de Juan Manuel Santos a que termine con la amenaza de esos grupos ilegales que en el pasado combatieron a los rebeldes y cometieron violaciones de derechos humanos.
Los colombianos "tienen que exigir del Gobierno Nacional y sus Fuerzas Armadas acciones reales y efectivas que cierren definitivamente el camino a las voces y las armas de los asesinos. (...) Sólo eso puede hacer realidad la paz", señaló el texto leído por Pablo Catatumbo, negociador de las Farc.
El Gobierno de Santos asegura que los grupos a los que se refiere la guerrilla son en realidad bandas criminales dedicadas al narcotráfico que surgieron de la masiva desmovilización de los paramilitares de ultraderecha durante el mandato de Álvaro Uribe (2002-2010).
Sin embargo, no le reconoce abiertamente el carácter contrainsurgente de las entonces llamadas autodefensas. El pasado viernes el Clan Úsuga, la mayor banda criminal que actúa en Colombia, paralizó bajo amenaza varios municipios del noroeste del país y mató a seis personas, incluidos cinco militares y policías.