Aunque se espera que el Congreso de la República, sea el escenario para las más fuertes deliberaciones y debates democráticos, pocas veces se ha visto como los insultos y agravios entre los congresistas conllevan a que se tenga que interrumpir de forma imprevista una sesión plenaria, tal como terminó ocurriendo en la tarde de este miércoles 26 de febrero.
La historia es así: en medio de la discusión en la plenaria del Senado frente a un proyecto de ley que buscaba poner en cintura a las aerolíneas por los altos costos de las tarifas, se dio un cruce de intervenciones entre los senadores Miguel Uribe del Centro Democrático y Wilson Arias del Pacto Histórico.
Una de las versiones señalan que, en medio de la intervención del senador Uribe, un grupo de jóvenes de su equipo de trabajo comenzó a grabarlo a él y tomaron un paneo de la plenaria, especialmente de las reacciones del congresista Arias.
Otra de las versiones habla de que los jóvenes están grabando de forma deliberada indebida una conversación privada entre el Arias y la senadora Gloria Flórez.
Acto seguido, los senadores del pacto discutieron con los jóvenes en el salón social del recinto del Senado, les pidieron su identificación y pidieron a la Policía retirarlos, a pesar de estar debidamente acreditados. A la discusión llegó el senador Miguel Uribe para defender a su equipo audiovisual y la labor que estaban desempeñando, lo que calentó los ánimos y llevó una fuerte discusión entre el congresista de la oposición y los senadores oficialistas.
La pelea se trasladó al recinto del Senado, en donde Uribe calificó a los senadores del pacto como agresores, hipócritas y victimarios, hecho que llevó a que se desordenara la plenaria, se lanzaron epítetos e insultos mutuamente; lo que desembocó en que el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, terminó levantando intempestivamente la sesión apelando al reglamento.
Ambas partes de la pelea acusaron a la otra de ser violentos y agresivos.
Hemos establecido que, en nuestra opinión, irregularmente, a instancias de una solicitud del senador Miguel Uribe, quien así lo reconoció finalmente, estábamos siendo grabados directamente, y cuando solicitamos explicaciones somos acusados de delincuencia y de tener armas en el uso de la política”, respondió Wilson Arias.
“Hemos recibido unas acusaciones de que somos delincuentes, mafiosos, que portamos las armas, unas acusaciones contra senadores y senadoras del Pacto Histórico que no aceptamos ni toleramos, y que exigimos respeto pleno (...) no se puede injuriar ni calumniar a un senador de la República”, señaló Gloria Flórez.
“Lo que es evidente es que ellos vienen ante las cámaras a hablar de manera respetuosa, pero a los jóvenes de mi equipo los intimidaron, agredieron y amenazaron, les hablaban con groserías. Se vinieron en gavilla, como una pandilla, a intimidarme, agredirme y a ofenderme”, afirmó Miguel Uribe Turbay.
La sesión fue suspendida hasta la próxima semana y está a la espera de que la comisión de ética y del estatuto del congresista reciba alguna denuncia, queja, o si decide emitir alguna sanción contra los congresistas que protagonizaron el enfrentamiento.