La muerte del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay este lunes, 11 de agosto, a causa de una hemorragia en el sistema nervioso central que agravó su estado de salud tras el atentado que sufrió el pasado 7 de junio en Bogotá, ha conmocionado a Colombia.
Familiares, amigos y colegas han reaccionado a la lamentable noticia. Al respecto también se pronunció Camilo Gómez Posso, presidente de Indepaz. En diálogo con Mañanas Blu con Camila Zuluaga se refirió específicamente a la preocupante cifra de líderes políticos asesinados en el país.
Doloroso recuento de la violencia en Colombia
Según el reciente reporte de Indepaz, Miguel Uribe Turbay es el líder número 97 asesinado en lo que va del año 2025. Posso lamentó que esta pérdida sea una más en una larga lista de vidas arrebatadas por la violencia.
En ese sentido, afirmó que “es un dolor para Colombia” y lo describió como una tragedia que ahora mismo enfrentan los colombianos. Además, comparó la situación como “dinámica de odio” donde la vida parece estar “a disposición de sicarios”.
“Es una dinámica de odio, de pensar que la vida puede ser algo a disposición de sicarios o de gente que pretende, con el caos, con toda esta lógica de muerte, lograr beneficios personales y hasta políticos”, aseveró.
Para el presidente de Indepaz, el asesinato de líderes como Miguel Uribe es una estrategia para “destruir esas organizaciones” y alterar la dinámica democrática y social
Perfiles de las víctimas y motivos subyacentes
El informe de Indepaz reveló también que los departamentos con las cifras más altas de asesinatos de líderes sociales son Cauca, Antioquia y Norte de Santander. Posso explicó que en estas áreas hay una “presencia de grupos que están disputando rentas, narcotráfico y minería”.
A estos grupos, según señaló, les “estorba la organización social, les estorba la democracia, les estorban los discursos que llaman a la convivencia”.
El patrón identificado es la intención de “destruir dinámicas organizativas” y dinámicas democráticas. En el caso específico de Miguel Uribe, aunque el ataque fue en Bogotá, Indepaz sugirió que los autores intelectuales buscaron un “impacto político calculado” o generar un ambiente de miedo y polarización para así “pescar para sus intereses”.
Investigación y múltiples hipótesis
Indepaz, en sus publicaciones sobre líderes asesinados, incluyó información sobre los grupos que hacen presencia en el municipio donde ocurrió el hecho. Para el caso de Uribe en Bogotá, mencionan la presencia del Clan del Golfo, el ELN, la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano y bandas de carácter local.
Posso aclaró que este listado no es una “indicación precisa” sino un “abanico que ha sido mencionado de dinámicas violentas”. Por eso, reconoció que las investigaciones son complejas y que algunas apuntan a la complicidad para la acción sicarial de “oficinas especializadas” en Bogotá que se dedican a conseguir armas o sicarios.
Sin embargo, enfatizó que, más allá de los responsables materiales, la mirada debe dirigirse hacia los llamados determinadores o autores intelectuales, ya que “eso puede llegar muy lejos”.
El presidente de Indepaz también estableció una comparación con el secuestro y asesinato de Diana Turbay, madre de Miguel Uribe, en los años 80. Explicó que aquella fue una “guerra terrorista” de los carteles buscando doblegar la decisión del Estad en temas como la extradición.
En contraste, el panorama actual es "distinto", aunque hay "estructuras transnacionales muy poderosas" de la droga que podrían buscar "generar una desestabilización en el país".