A propósito de la conmemoración de los 40 años de la toma del Palacio de Justicia, el exministro Yesid Reyes Alvarado, hijo del fallecido presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, habló en Mañanas Blu con Camila Zuluaga sobre los hechos ocurridos en noviembre de 1985.
Reyes Alvarado habló sobre la necesidad de reconocer que aquella tragedia fue producto de una “doble responsabilidad”.
El exministro coincidió con la visión que atribuye culpas tanto al grupo insurgente como al Estado. “Sí, yo creo que es evidente la doble responsabilidad en lo que ocurrió hace 40 años en el Palacio de Justicia”, afirmó.
Reyes explicó que, si bien existe una clara responsabilidad del grupo guerrillero M-19, que “entra al Palacio de Justicia y comete delitos conforme a la legislación penal colombiana, así como conductas reprobables a nivel internacional”, el Estado también incurrió en graves excesos.
“Por supuesto, cuando las Fuerzas Armadas deciden retomar el Palacio de Justicia, terminan por cometer excesos en el ejercicio de esa labor, y esos excesos se traducen también en una serie de delitos que van desde lesiones y homicidios hasta desapariciones forzadas y torturas. En ese sentido, estoy absolutamente de acuerdo con el doctor Carlos Medellín: hay una doble responsabilidad que no se puede eludir por ninguna de las partes”, señaló.
Según Reyes, esa responsabilidad estatal incluye tanto la desprotección del Palacio como el uso excesivo de la fuerza durante la recuperación del edificio.
A pesar de las investigaciones y de las comisiones de la verdad, cuarenta años después aún existen muchas preguntas sin resolver. Reyes atribuyó esta falta de claridad a la renuencia de los involucrados a contar lo que realmente sucedió.
“Sí creo que las partes involucradas principalmente en estos sucesos no han querido contar la totalidad de los detalles sobre esos dos días de la toma del Palacio de Justicia”, aseguró. Además, recordó el “pésimo manejo de la escena de todos estos crímenes”, pues se movieron cuerpos y se lavaron zonas del edificio, lo que dificultó la determinación de lo ocurrido.
Como ejemplo, mencionó el caso de los magistrados: “La mayoría de los magistrados murieron en el cuarto piso, y qué ocurrió allí es algo que no se sabe. Nadie sabe cómo murieron los magistrados del cuarto piso”.
Reyes Alvarado también reveló una experiencia personal que refuerza la tesis de la financiación de la toma por parte del narcotráfico, específicamente de “los Extraditables”.
Semanas antes de la toma, mientras visitaba a un cliente detenido en la cárcel La Picota, este le transmitió una inquietud sobre el paradero de su padre: “Me dijo: ‘Mire, yo me estoy jugando la vida con solo esto que le estoy diciendo. Ojalá su papá no esté la semana entrante en la Corte’”.
Tras la tragedia, al retomar contacto con esa fuente, esta le confirmó la participación de redes criminales: “Me dijo: ‘Porque esto lo organizaron los Extraditables’. Entonces yo tenía la información de ellos. ¿El narcotraficante le dio una suma de dinero al M-19 para financiar la toma? Sí. No recuerdo la cifra exacta, pero sí me informaron en su momento que el narcotráfico le había entregado dinero a la guerrilla del M-19 para tomarse el Palacio”, relató.