El presidente Gustavo Petro sancionó el Plan Nacional de Desarrollo desde Inírida y, desde allí, se refirió a los puntos más importantes de la ley, pero también resaltó algunos de los vacíos que él considera quedaron después de su aprobación en el Congreso. Advirtió, incluso, que no fue tan audaz como hubiera querido porque lo frenaron.
Uno de los puntos donde considera que hubo vacío fue en el tema de las tierras y en la posibilidad de que el Gobierno pudiera buscar las tierras para comprarlas y entregarlas a los campesinos.
“Llegarían en masa a vender la tierra voluntariamente y haríamos la reforma agraria y cerraron ese camino. Ustedes saben quién. Una enorme irresponsabilidad histórica. Que yo tengo que nombrar aquí porque es una de las grandes manchas del plan de desarrollo”, reconoció el presidente Petro.
Y agregó: “Es un vacío. No permite la construcción en el almendrón mismo de la construcción de la paz, de la justicia social y hay que pasar por encima, saltar y seguir adelante, porque nos obligan a las formas más radicales que las leyes actuales establecen para ir por la tierra, cuando pudo ser más tranquilo”.
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El presidente advirtió que “simplemente leyendo la historia nacional se hubiera visto que se estaba a unos metros de lograr una solución que tanta gente en dos siglos no ha podido lograr”. Además, señaló que se debe construir “la democracia de la tierra y la democracia de la tierra les implica campesinos con tierras fértiles”.
Sobre el tema concluyó con una propuesta. “Hablemos. Vamos a una reforma agraria e implica, dada las circunstancias, que el Gobierno va por la tierra. Hablaremos para que sea voluntario, pero vamos por la tierra, eso debe discutirse, la tierra debe tener una función social y la función social es producir, no tenerla”, añadió.
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