Al menos cinco alféreces de la Escuela General Santander fueron víctimas de esta red de prostitución, en la que incitaban a jóvenes, a punta de amenazas, a ejercer actividades sexuales.
El reporte de la Fiscalía indica que estos uniformados con regalos e invitaciones a comer y a conciertos se ganaban la confianza de los jóvenes. Además, los coronales pertenecerían a la comunidad del anillo.
Las sanciones al general (r) Rodolfo Palomino, y a otros comandantes de la institución, se produjeron tras grabación que probó presión a testigo que denunció acoso laboral y sexual en la institución.
Si bien la denuncia inicial fue por injuria, la decisión de la Procuraduría solo tuvo en cuenta la “falta de lealtad y respeto” del oficial investigado.