Caso Santrich, ataques y contraataques entre Fiscalía y JEP: opinión de Ricardo Ospina
El plazo para definir la suerte del exjefe de las Farc sufrió un traspiés.
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Comenzamos semana de nuevo con la tensa relación entre la Fiscalía y la JEP, por varios temas, pero la coyuntura tiene que ver ahora con el futuro del caso de Jesús Santrich.
En teoría, esta semana la sala encargada del tema debía definir desde la Justicia Especial de Paz, si Seuxis Pausias Hernández, nombre de pila de Jesús Santrich, había cometido o no, delitos relacionados con narcotráfico, y en caso de llegar a una respuesta afirmativa, debía concluir si los cometió antes o después del 1 de diciembre de 2016, fecha en la que se firmó el acuerdo de paz del Teatro Colón.
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Sin embargo, ese plazo sufrió un traspiés, luego de que la semana pasada, los magistrados encargados de definir el caso, en una decisión dividida, ordenaron pruebas entre las que incluyeron pedir a la Fiscalía y a la justicia de Estados Unidos, las evidencias que comprometen a Santrich con narcotráfico, alegando la necesidad de garantizar el debido proceso.
El documento sobre el que sustentan la petición, es de 60 páginas y fue revelado por BLU Radio y entre otras cosas, relaciona las evidencias entregadas por la Fiscalía y considera que hasta ahora no tiene elementos de fondo para decidir el caso Santrich.
Entre tanto, la Fiscalía contratacó con una carta en la que relaciona detalladamente los audios que tiene en su poder y que fueron vitales para proceder a la captura de Santrich con fines de extradición.
También en las últimas horas hubo de nuevo una controversia entre la Fiscalía y la SAE por los bienes de las Farc en poder de las autoridades y se conoció una carta de Iván Márquez a la JEP criticando la posición del Fiscal General.
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Al final lo que se ve es el choque de poderes natural cuando se ve la luz por parte de una nueva jurisdicción, como la JEP, que se va a convertir en el órgano de cierre del conflicto, ante lo cual, en aras de una verdadera reconciliación, debería contar con todo el respaldo de la institucionalidad, sin que eso se convierta en excusa para actuar como si no hubiera frenos y contrapesos a su poder.
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