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Cuidado con volvernos esclavos de las cosas hasta el punto de que sean ellas las que nos manejen

Ayer cuando leía la noticia de que el 80% de las empresas en Colombia van a implementar planes de austeridad en 2023, pensaba en la necesidad de consolidarla como un valor positivo.

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Alberto Linero
Foto: cortesía Alberto Linero

Vivimos en el mundo del consumismo, en el que necesariamente creemos que es el lujo, la última moda, el ultimo celular el que nos hace ser valiosos y el que nos hacer ser.

Vivimos en una sociedad en la que el valor de uso ha cedido al valor simbólico, es decir, la gente ya no compra precisamente porque le es necesario tal o cual objeto, sino porque estos pueden dar un estatus diferente y hacerlos sentir superiores. Vivimos en la sociedad en la que las carencias no tienen espacio y nos burlamos de la austeridad.

Por eso, ayer cuando leía la noticia de que el 80% de las empresas en Colombia van a implementar planes de austeridad en 2023, pensaba en la necesidad de consolidarla como un valor positivo.

Y pilas, que ser austeros no se trata de vivir empobrecidos o de tener las necesidades fundamentales insatisfechas, sino que se trata de ser capaces de entender que podemos vivir con la sencillez del caso, sin ostentosidades fuera de lugar que en ocasiones solo demuestran lo vacío que está el corazón.

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Por supuesto que cada quien tiene derecho de usar sus bienes como mejor le parezca, si se los ha ganado de manera honrada, pero estoy seguro que son ellos los que entienden el valor de no malgastar en lujos innecesarios.

Pienso por ejemplo, en gente que tiene mucho dinero y que algunos dicen que ni siquiera se les nota, porque comprenden que un reloj de 50 mil pesos da la hora igual que uno de 20 millones.

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Austeridad es abrir el corazón a la sencillez y entender que la vida no se trata de un consumo excesivo que además pone enriesgo la saluddel planeta.

Cuidado con volvernos esclavos de las cosas hasta el punto de que sean ellas las que nos manejen. Podemos cumplir sueños, satisfacer deseos, alcanzar metas y cumplir proyectos, y eso de ninguna manera contrasta con el aprender a gastar lo adecuado, de hecho la mayoría de veces para hacer todo lo anterior hay que tener los gastos bien medidos y una economía organizada.

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