Detrás de una persona que triunfa hay firmeza en su decisión por alcanzar el éxito
Nos hemos acostumbrado a creer que el éxito tiene que ser inmediato y que quien falla en un primer intento debe ser desechado para esa labor.
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Detrás de una persona que triunfa no sólo hay talento, preparación, disciplina, oportunidades aprovechadas, sino persistencia y firmeza en su decisión de alcanzar a ser exitoso en ese proyecto que se ha propuesto.
Son muchos los casos en la historia de personas que han sido rechazadas en la primera ocasión que han expuesto su talento y han tenido que dar una disciplinada batalla para lograrlo. Por ejemplo, que tal que García Márquez le hubiera hecho caso a Guillermo de Torre, el cuñado de Borges, cuando en 1952 rechazó la primera obra del nobel colombiano la Hojarasca y le sugería que buscara otro oficio. O que Albert Einstein no hubiera seguido intentando cuando fue rechazado por la Politécnica de Zúrich para estudiar allí. O Van Gogh hubiera dejado de pintar porque sólo vendió unas pocas pinturas durante su vida. Afortunadamente todos ellos creyeron en sus capacidades, trabajaron duro en mejorar y siguieron intentando.
Nos hemos acostumbrado a creer que el éxito tiene que ser inmediato y que quien falla en un primer intento debe ser desechado para esa labor. En estos días lo he estado viendo con el técnico de fútbol Lucas González, sin dudas un estudioso de este deporte y que hace propuestas muy innovadoras para el juego, que estuvo a punto de ser echado del América de Cali por los malos resultados y hoy, después de ganar una buena serie de partidos, es aplaudido y reconocido por aquellos mismos que lo abucheaban y exigían su salida del cargo.
Las enseñanzas son claras: aprender a respetar el talento de los otros, no caer en el inmediatismo y entender que hay procesos que llevan su tiempo, evitar esos juicios apresurados que, llenos de pasión, llevan a descalificar a alguien que tiene talento y se ha preparado para su función. Y claro, que aprendamos a creer en nosotros mismos, en lo que sabemos y podemos hacer, resistiendo hasta alcanzar el triunfo.