Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Hay que desaprender y erradicar la violencia, iniciando por nuestras relaciones de pareja y familia

Solo hasta marzo de 2021, se registraron 158 feminicidios en el país, 14.711 denuncias por violencia intrafamiliar y 3.877 casos de violencia sexual. Esto tiene que parar.

Alberto Linero
Alberto Linero
Foto: cortesía

Los seres humanos tendemos a acostumbrarnos a todo, aun a lo que es doloroso y nos hace sufrir. Es nuestra tendencia a sobrevivir, la que hace que seamos propensos a volver cualquier situación difícil, en un aspecto más de nuestro paisaje existencial.

Todos tenemos experiencias que pueden demostrar esta afirmación. Recibimos la noticia, todo se convulsiona en nuestro interior, y por ende en nuestra relación con el entorno, pero ya luego la asumimos como una situación más.

Me preocupa que eso pasa con las cifras de muertes y contagios del COVID: antes nos golpeaba cada informe, hoy parece no importarnos demasiado; o con los heridos y desaparecidos en medio del paro, que no generan en el corazón de muchos la preocupación y el dolor que debería.

En este orden, quedé impresionado por las cifras de violencia contra las mujeres en nuestro país: ayer se reveló que en lo recorrido del año 2021, hasta marzo, se presentaron 158 feminicidios; en ese mismo periodo la Fiscalía recibió 14.711 denuncias por violencia intrafamiliar y 3.877 casos de violencia sexual.

Publicidad

La Procuraduría General informa que, entre el 25 de marzo de 2020 y el 4 febrero de 2021, se recibieron 31.467 llamadas de mujeres a la línea 155, es decir, un promedio diario de 104 llamadas de auxilio. Para decirlo claramente, la violencia en Colombia estaría afectando a más de 100 mujeres por día.

Las causas van desde las más profundas, como el machismo que se perpetúa en la mente y el corazón de muchos seres humanos que se niegan a entender que solo hay verdadera felicidad en una relación de equidad, y que siguen creyendo que los varones somos superiores a las mujeres, o que ellas tienen que depender de nuestras decisiones -cuestión que es una expresión de la estupidez con la que hemos construido la vida-; hasta las causas más externas que tienen que ver con la situación de pandemia y la incapacidad de resolver los conflictos de manera inteligente y pacífica, entendiendo que siempre hay una variable trascendental que contiene las dos posiciones contradictorias, que nos enfrenta, y que la tarea es encontrarla.

Publicidad

El reto es desaprender la violencia como método de resolución de conflictos. Y lo digo en todos los espacios de la vida, pero en especial en las relaciones de pareja y de familia. Construir equidad de género no implica borrar las diferencias, sino entender que somos igual de dignos y que merecemos las mismas oportunidades y trato.

Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU:

  • Publicidad