Me llama un amigo del Chocó emocionado por la actuación de unos jóvenes en el campeonato Mundial de Robótica. Me dice con su acento característicos: "¿Vijte, qué tal que tuviéramos mejores condiciones educativas y se propiciaran los contextos para que los jóvenes desarrollaran su talento?" Lo felicito y me dedico a encontrar la noticia: Se trataba de un equipo de compuesto por Chocó de edades entre 12 y 16 años, que presentó un robot fabricado con madera chocoana e impreso en 3D en varias secciones.
Diseñado para navegar una pista con obstáculos y desplazar pelotas de plástico y trasladar pompones. En el campeonato se medía el funcionamiento del robot, la precisión del trabajo y el tiempo en el que lo realizaba. El equipo comandado por el profesor Kevin Elías Yurgaky Córdoba derrotó en la final a China .
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Creo que la historia de estos jóvenes se vuelve un ejemplo de vida para muchos que teniendo muchas más posibilidades las desaprovechan y hacen de la pobreza una gran excusa para fracasar y tomar caminos distintos a la realización de sus sueños particulares. El relato muestra que el éxito es la combinación de talento, disciplina y saber aprovechar las oportunidades que se tienen.
Es obvio que tenemos que luchar porque haya condiciones de dignidad y posibilidades de desarrollo para todos los jóvenes en el territorio colombiano pero también se trata de no permitir que la pobreza, la desigualdad se vuelva un argumento para que los jóvenes terminen en pandillas y grupos irregulares.
No basta con el talento y las oportunidades se requiere decisión, compromiso y claro un buen liderazgo que permita a los jóvenes asumir un coherente proyecto de vida. Cuando leía de que lugares eran los jóvenes recordaba las veces en que he visitado muchas de estas poblaciones y constatados la falta de recursos y oportunidades, pero definitivamente el que quiere puede.
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