El hombre, con rostro de desesperación, agarra la mano de la joven que está atrapada en medio de unas paredes. Su mirada refleja la impotencia frente a la realidad que no puede controlar y lo hace sufrir. Es un padre que sostiene la mano de su hija muerta por el terremoto que afectó a
Las cifras son aterradoras, ya se habla de casi 8 mil muertos y
1. La solidaridad. El saber que cuando el otro está sufriendo, todos debemos movilizarnos para ayudar. No importa su cultura, su religión, su ideología política, lo que importa es que es un ser humano necesitado. Lamento que sólo entendamos que nos necesitamos los unos a los otros en situaciones como estas.
2. La esperanza. No podemos dejarnos arrastrar por el dolor y el sinsentido; los que estamos vivos necesitamos creer que hay un mañana mejor, que siempre nos podemos reponer, que no todo está perdido y que la vida, con su fuerza titánica, supera toda dificultad.
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3. La pasión por el presente. Gozarnos cada momento entendiendo que no tenemos la vida asegurada y que el próximo minuto podríamos no estar. Amar, servir y gozarse las relaciones que tenemos con los otros, porque siempre estamos ante la incertidumbre de si mañana quizá ya no estén.
Nadie alcanza a sentir el dolor del otro, pero seguro todos sabemos lo que es el dolor, y por eso necesitamos abrir el corazón para ayudar con acciones concretas.
Escuche a Alberto Linero:
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