Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Quienes reclaman justificadamente sus derechos no deben pisotear los de los otros

Me sorprendió la irrupción de encapuchados en la catedral primada de Colombia mientras se celebraba el sacramento de la eucaristía.

374970_Alberto Linero // Foto: BLU Radio
Alberto Linero // Foto: BLU Radio

Quedé sorprendido por los vídeos en los que se mostraba la irrupción de unos encapuchados en la catedral primada de Colombiamientras se celebraba el sacramento de la eucaristía. No entiendo que quienes reclaman justificadamente sus derechos, pisoteen el derecho de los otros.

Tengamos claro que el artículo 19 de la Constitución Colombiana reza que: “Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley”. El tema también está expresado en el artículo 18 de la declaración de los Derechos Humanos que dice: “La libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

Se trata de respetar al otro y sus opciones existenciales fundamentales. Nada justifica violentar a unas personas que participan de su liturgia. Es una agresión que solo busca ser fuente de más violencia. Para algunos es solo un rito más, para nosotros los católicos, es el encuentro sagrado con Dios y eso lo tienen que respetar. Así como a ningún ateo o agnóstico lo podemos despreciar y ofender por su opción, tampoco se puede hacer esto con nosotros los creyentes.

Las reclamaciones que se le tengan que hacer a la institución eclesial, se deben hacer con respeto, firmeza y claridad, no agrediendo a las personas que piadosamente celebran su fe. Lo único que me alegró de esa situación fue la respuesta prudente y respetuosa de los creyentes, quienes no contestaron esa agresión -porque es una agresión-, sino que aplicaron el evangelio de la No violencia que enseña el Sermón de la Montaña (Mateo 5-7). Gracias a eso no hay heridos.

Publicidad

Daño le hace al derecho a la protesta, tan necesario para la democracia, dejarse confundir con el vandalismo. Tengo claro que ningún proyecto de desarrollo puede terminar bien si se funda en no respetarle los derechos fundamentales a los otros. Así como tenemos derechos, tenemos deberes y uno es respetar a los otros.

  • Publicidad