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La política de ‘cero mermelada’ que, hasta el momento, los distintos partidos políticos reconocen ha cumplido el presidente Iván Duque, ha generado un malestar que se ha vuelto cada vez más evidente al interior del Centro Democrático que, como partido de Gobierno, siente que la medida está siendo tan rigurosa y estricta que está confundiendo los contratos y prebendas con la representación política, que consideran justa y necesaria.
El uribismo ha expresado que tiene gente técnica, que, como se dice popularmente, le metió la ficha a la campaña, y está siendo de alguna forma “satanizada” y vetada para entrar al Gobierno, mientras que se ha dado continuidad a funcionarios que representan a otras colectividades.
Este miércoles, durante un taller sobre la agenda legislativa y su impacto en las regiones, en el que estuvieron directores regionales del partido, ediles, concejales, diputados y congresistas, Uribe dijo que hay que seguir hablándole del tema al Gobierno Duque, pero entendiendo su situación y explicándole que “una cosa es la participación y otra la mermelada”.
En esto coinciden muchos sectores políticos en el Congreso, que también sienten que se está llevando la política de ‘cero mermelada’ a los extremos, y que hay gente competente que viene de partidos políticos y deberían tener la oportunidad de entrar al Gobierno.
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