Autoridades de Gobierno y organismos de gestión del riesgo en el municipio de Itagüí se siguen preparando ante la llegada en las próximas semanas de la segunda temporada de lluvias, a propósito de la graves afectaciones que dejó la primera y los factores de amenaza que siguen activos.
Tras la declaratoria de calamidad pública en este municipio del sur del Valle de Aburrá, se siguen ejecutando obras, especialmente en la vereda Los Olivares donde a inicios de mayo una avenida torrencial de la quebrada que lleva el mismo nombre dejó más de 200 familias afectadas, varios heridos y una persona muerta.
En la zona alta de esta vereda precisamente ahora se enfocan los esfuerzos donde se han invertido, según la administración, más de 11.000 millones de pesos en obras de mitigación y acompañamiento a las familias damnificadas.
Sebastián Moreno, funcionario de la Dirección Administrativa de Gestión del Riesgo de Itagüí, explicó que actualmente las intervenciones civiles se centran en la construcción de un canal con muros laterales y en gaviones de más de 200 metros lineales, que amplían la capacidad hidráulica de la quebrada y en lo alto de la montaña construyen en concreto 450 metros de cunetas para captar e interceptar las aguas lluvias y conducirlas de manera controlada hacia puntos de descarga seguros.
"Venimos haciendo las gestiones para hacer un estudio a detalle, para definir las obras de mitigación y las obras de estabilización en la ladera donde se presentó el movimiento en masa. También como obra complementaria de mitigación, venimos realizando canales, cunetas, para hacer canalización de aguas, escorrentías y así evitar la erosión o la socavación de esta ladera", explicó Moreno.
Estas obras se complementan, indicó la administración municipal con 11 frentes de intervención en quebradas como Doña María, El Sesteadero, La Sardina, La Tablaza y La Limona. Allí se ejecutan limpieza de cauces, reforzamiento de márgenes con rocas e instalación de gaviones.