Las autoridades de tránsito avanzan en la investigación para establecer las causas del grave accidente de un bus de turismo ocurrido en el Nordeste antioqueño, en jurisdicción del municipio de Segovia, donde el vehículo cayó a un abismo de más de 40 metros.
El siniestro dejó 17 personas fallecidas, entre ellas 16 estudiantes y el conductor Jonathan Taborda, además de 20 personas heridas.
De acuerdo con los reportes oficiales, los lesionados fueron trasladados inicialmente a centros asistenciales de Remedios y Segovia y posteriormente remitidos a clínicas de alta complejidad en Medellín, gracias a un operativo de emergencia coordinado con apoyo de la Gobernación de Antioquia, que facilitó el traslado en ambulancias especializadas.
Mientras se desarrollan las indagaciones, las autoridades manejan como hipótesis preliminares de las causas del accidente un posible microsueño o distracción del conductor. Sin embargo, los peritajes técnicos continúan para determinar con precisión las circunstancias que rodearon el hecho.
Las víctimas eran en su mayoría jóvenes entre los 16 y 18 años, egresados del Liceo Antioqueño del municipio de Bello, quienes regresaban de un viaje recreativo a Tolú y Coveñas, donde celebraban el cierre de su etapa escolar. Los estudiantes se habían graduado como bachilleres hacía aproximadamente 10 días.
El secretario de Educación de Bello, Edgar Callejas, expresó su solidaridad con las familias afectadas y aclaró que la excursión no fue organizada ni avalada por la institución educativa. Indicó que el viaje fue gestionado por estudiantes y padres de familia, quienes contrataron los servicios de un operador privado de excursiones.
En el municipio de Bello, la comunidad educativa y los habitantes han realizado velatones y actos de acompañamiento en memoria de las víctimas. Paralelamente, familiares y autoridades permanecen en Medicina Legal, adelantando los trámites para la entrega de los cuerpos, con el fin de coordinar un sepelio colectivo en los próximos días.