Luego de una reunión con los presidentes de los equipos Atlético Nacional e Independiente Medellín, las barras y la Alcaldía, se determinó que este lunes, 11 de noviembre el clásico paisa contará con las dos hinchadas, tras pactar unos compromisos para el fútbol en paz.
Así lo confirmó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, que destacó que se avanza en “compromisos para que se viva una gran fiesta del fútbol”, tras los desmanes que se vivieron en el estadio Atanasio Girardot a finales de septiembre, en un juego contra el Junior de Barranquilla, que dejó una veintena de heridos.
Pablo Ruiz, subsecretario Operativo de la Secretaría de Seguridad de Medellín, reiteró que puede haber refuerzo en la logística por parte de los equipos, por ejemplo con tecnología, pero no es lo único.
"El reforzamiento con la logística humana y generar las requisas, ya sea con detector de metales, ya sea físicamente, con diferentes situaciones tecnológicas que hoy día lo tienen y que eso lo debe hacer el privado. Ya lo demás son las coordinaciones que tenemos que hacer con la Policía Nacional, la atención de forma inmediata ante alteraciones", dijo Ruiz.
En su momento, fueron controversiales las declaraciones del presidente de Atlético Nacional, Sebastián Arango, que manifestó que el equipo había cumplido a cabalidad su rol en ese partido, que terminó en una batalla campal.
"De los pronunciamientos que nosotros hacemos es con la intención de que no se entienda que Nacional fue negligente para el partido, ni para este partido, ni para ninguno. Nacional cumple absolutamente con todos los requisitos que esta mesa de convivencia nos exige. El puesto de mando unificado dentro del estadio que es quien decide logísticamente y desde el punto de vista de la operatividad", defendió Arango
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Desde la Alcaldía reiteraron que la seguridad y convivencia en el estadio es un asunto de corresponsabilidad, entre equipos y autoridades, aunque han dejado claro de nuevo que la logística está a cargo del privado que designan los clubes.