Un vibrante partido por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Atlético Nacional y Sao Pablo Brasil con varias opciones de gol desperdiciadas por el equipo local, entre ellas dos penaltis, finalizó con algunos altercados protagonizados entre hinchas locales con una parcial visitante en las gradas del estadio Atanasio Girardot.
La situación se produjo exactamente en los límites del segundo nivel entre las tribunas norte y occidental, donde fueron ubicados unos mil seguidores del club paulista, los cuales tuvieron algunas confrontaciones con hinchas de Nacional tras el pitazo final.
Aunque no se registraron personas lesionadas, el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa, reportó que como iniciador de los desórdenes se identificó a un ciudadano brasileño que posteriormente, tras el respectivo proceso legal, se conoció que respondía al nombre de Allan Aquino de Souza quien inclusive se cambió de camiseta y se escondió entre la multitud para evadir a las autoridades, según el funcionario.
Cámaras de seguridad fueron claves para individualizar a este extranjero que además de ser detenido se le aplicó la ley 1801 o ley del fútbol, se le impuso un comparendo, una multa y fue llevado a un Centro de Traslado por Protección.
Allí, según Villa pasó la noche y este miércoles será presentado ante autoridades migratorias para su deportación y prohibición del ingreso a la ciudad en próximas oportunidades.
“Que no crean que van a venir a Medellín a empañar la fiesta y la cultura del fútbol y que nada les va a pasar, porque con autoridad les vamos a demostrar que están muy equivocados”, destacó Villa.
Aparte de este incidente autoridades de la capital antioqueña que hicieron parte del puesto de mando unificado para el encuentro deportivo no reportaron incidentes adicionales y hasta el momento no se conoce si Conmebol, como organizador de la competición, vaya imponer sanciones a alguno de los dos clubes cuyos simpatizantes estuvieron involucrados en las riñas.