En medio de un operativo de la Policía y el Gaula Metropolitano fueron capturados en flagrancia cuatro señalados integrantes del grupo delincuencial común organizado ‘La Raya’, quienes tenían retenido en contra de su voluntad a un ciudadano de 39 años de edad.
En el procedimiento fue rescatada la víctima, quien permanecía secuestrada desde el pasado 2 de septiembre, debido a una presunta deuda por la venta de una camioneta.
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, la persona fue citada en una residencia del barrio Cristo Rey, en Guayabal, donde la despojaron de sus pertenencias, fue amenazada con armas de fuego y obligada a pagar $60 millones como supuesto valor pendiente por la negociación del automotor. El general William Castaño, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, indicó que tras la denuncia de la comunidad se logró ubicar el sitio del secuestro con prontitud.
"La denuncia oportuna permitió activar de inmediato la investigación y, en menos de dos horas, nuestros uniformados lograron ubicar la vivienda en el barrio Cristo Rey, donde la víctima, una persona de treinta y nueve años, se encontraba retenida desde el pasado dos de septiembre. Allí había sido intimidado con arma de fuego, despojado de sus pertenencias", apuntó Castaño.
Según destacó la Policía, durante la operación fueron incautadas dos armas de fuego, 44 municiones de diferentes calibres y teléfonos celulares, así como sustancias estupefacientes entre tusi, marihuana, cocaína y base de coca (600 gramos en total). Sobre este punto se refirió el secretario de Seguridad de la ciudad, Manuel Villa.
"En el procedimiento adelantado por el GAULA de nuestra Policía Metropolitana se logró incautar un arma de fuego marca Glock, una pistola traumática, varios proveedores y cartuchos de diferente calibre, tres teléfonos celulares y una importante cantidad de estupefacientes. Todos estos elementos quedaron como evidencia del accionar criminal de esta estructura y fortalecen los procesos judiciales en su contra", indicó.
Por ahora, los detenidos, con edades entre los 22 y 49 años de edad, enfrentan audiencias preliminares para definir medida de aseguramiento mientras avanza el proceso judicial en su contra. Solo por el delito de secuestro simple podrían enfrentar una pena de hasta 20 años de prisión, además de las sanciones correspondientes por las demás conductas punibles, como lo son los delitos de porte ilegal de armas de fuego y tráfico de estupefacientes.