Tras décadas de funcionamiento y en medio de reiterados problemas de seguridad y convivencia, el municipio de La Ceja del Tambo anunció que recuperó el predio donde operó durante más de 50 años una cárcel de mediana seguridad del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que albergaba a 230 internos.
La administración local aclaró que la decisión se tomó, luego de que la presencia del centro carcelario en plena zona urbana generara constantes afectaciones para los habitantes del sector.
De acuerdo con reportes ciudadanos, en los alrededores del establecimiento se registraron motines, intentos de fuga, disparos y una alta incidencia de consumo y tráfico de sustancias psicoactivas, así como actividades de prostitución, situaciones que deterioraron la seguridad y la convivencia en el municipio.
La alcaldesa María Ilbed Santa Santa señaló que, frente a este panorama, la Administración Municipal adelantó las gestiones necesarias para recuperar el predio y redefinir su uso.
"Tuvimos motines, intentos de fuga, disparos, traían internos de alta peligrosidad que ponían en riesgo todo el sector. Por eso tomamos la decisión de recuperar el predio para tener un proyecto social que le sirva a toda la comunidad cejeña. Queremos tener una institución universitaria", señaló la mandataria.
El penal alojaba del total de más de 200 personas privadas de la libertad provenientes de diferentes regiones del país, solo entre 20 y 25 eran oriundas de La Ceja, lo que, según la Alcaldía, representaba una carga desproporcionada para el municipio.
A esto se sumaba la obligación de destinar cerca de 130 millones de pesos anuales para cubrir convenios administrativos, jurídicos, tecnológicos y logísticos con el Inpec.