TransMilenio reveló la verdad detrás de sus nuevos carros en Bogotá: ¿es por Halloween?
Recientemente han circulado en redes sociales imágenes de vehículos con los colores y logos similares a los de TransMilenio y el SITP
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TransMilenio sigue siendo el sistema de transporte más utilizado por los bogotanos para movilizarse por la ciudad. Aunque muchos usuarios lo consideran la manera más práctica de llegar a su destino, otros prefieren opciones como Uber o Didi, que ofrecen una mayor comodidad.
En los últimos días, circularon en redes sociales imágenes de vehículos con los colores y logos similares a los de TransMilenio y el SITP, lo que llevó a algunos ciudadanos a pensar que el sistema había lanzado un servicio “VIP” para sus pasajeros. Sin embargo, la realidad es completamente distinta.
De acuerdo con información publicada por varios medios, entre ellos Periodismo Público, TransMilenio aclaró que estos vehículos no pertenecen a la flota oficial. Según la entidad, se trata de personas que, aprovechando las celebraciones de Halloween, decidieron decorar sus carros sin ninguna autorización ni vínculo con la empresa.
“Son personas que deciden disfrazar su carro por el mes de Halloween, por eso están decorados de esta manera”, explicó TransMilenio.
La entidad también fue enfática en que solo los buses con la imagen institucional y placas oficiales hacen parte del sistema. Por ello, pidió a los usuarios no dejarse confundir con imitaciones o decoraciones particulares.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Muchos internautas tomaron el hecho con humor y comentaron frases como: “En Bogotá ponen a trabajar a los buses desde niños”, “Cuando crezca quiere ser un biarticulado” y “TransMilenio personalizado”, entre otros mensajes que se viralizaron rápidamente.
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Mientras tanto, el sistema de transporte enfrenta nuevos desafíos. Uno de los más recientes fue evidenciado por usuarios a través de videos difundidos en redes, en los que se observan vendedores informales al interior de las estaciones ofreciendo productos como papas, cebollas largas, zanahorias y tomates, dispuestos directamente sobre el suelo de las plataformas.
Para algunos ciudadanos, esta práctica representa una oportunidad económica para quienes no tienen otra fuente de ingresos. Sin embargo, otros consideran que se trata de una situación problemática que afecta el orden y la movilidad dentro de las estaciones.
La presencia de estas “plazas de mercado” improvisadas no solo obstaculiza el paso de los viajeros, sino que también genera preocupaciones por temas de salubridad y limpieza, al tratarse de alimentos expuestos al aire libre.
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TransMilenio, que ya enfrenta retos como los colados y la inseguridad, deberá ahora abordar este nuevo fenómeno que refleja el crecimiento del comercio informal en espacios públicos y la necesidad de una regulación que equilibre la economía popular con el adecuado funcionamiento del sistema de transporte más importante de Bogotá.