Bogotá enfrenta una preocupante afectación en la movilidad y la seguridad vial debido al incremento acelerado de hurtos y actos de vandalismo contra la infraestructura semafórica, especialmente en las localidades de Bosa y Kennedy. La Secretaría Distrital de Movilidad confirmó que, entre octubre y diciembre, se han registrado 181 casos, una cifra inédita que compromete la operación del sistema y pone en riesgo a miles de ciudadanos que circulan diariamente por estos sectores.
La capital cuenta con 1.717 intersecciones semaforizadas, de las cuales 192 están en Kennedy y 64 en Bosa. Todas operan a través del Sistema Centralizado de Semaforización, que regula los tiempos de los semáforos de acuerdo con el comportamiento del tráfico. Sin embargo, la manipulación criminal de los gabinetes eléctricos, controladores y módulos operativos, elementos especializados que solo deben ser intervenidos por personal técnico, ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de esta infraestructura.
El impacto es crítico: 44 intersecciones permanecen fuera de servicio debido al hurto de más de 287 módulos esenciales, pese a los esfuerzos de recuperación adelantados por los equipos técnicos de la entidad. Solo en noviembre, la Secretaría reportó 15 ataques en un mismo día, mostrando la magnitud del problema.
Ante la situación, la administración Distrital desplegó medidas de emergencia. Entre ellas, el diseño e instalación de nuevos elementos de protección, como enrejados y refuerzos metálicos para los gabinetes vandalizados, con el fin de reducir la repetición de los ataques. Además, se ha dispuesto personal operativo en vía para regular el tráfico en los puntos de mayor congestión, aunque la institución reconoce que no es posible cubrir la totalidad de las intersecciones afectadas.
La articulación con la Secretaría de Seguridad ha permitido la captura de cinco personas, quienes ya se encuentran en proceso de judicialización. No obstante, la entidad insiste en que se necesita la colaboración ciudadana para frenar esta problemática.