El hecho en donde 10 personas encapuchadas encendieron fuego dentro de una oficina del Politécnico Jaime Isaza Cadavid no solo causó indignación en el departamento de Antioquia, sino que generó que el gobernador Andrés Julián Rendón anunciara una recompensa de hasta 100 millones de pesos para dar el paradero de los responsables de la conflagración y otras alteraciones al orden público en instituciones como la Universidad de Antioquia.
En el cartel están las imágenes de encapuchados que ya han sido identificados por las autoridades con los alias de ‘Chiqui’, ‘More’, ‘Manu’, ‘Flaco’, ‘Ratón’, ‘Jhon’, entre otros.
El mandatario indicó que, “no puede ser que unos pocos siembren terror en una institución de educación superior pública donde miles de jóvenes van a formarse”, que se suma a sus críticas porque en la situación no intervino la Fuerza Pública sino que fue el Cuerpo Oficial de Bomberos de Medellín, queja a la que también se sumó el alcalde Federico Gutiérrez.
No obstante, mientras avanza la búsqueda de los responsables del incendio, hay otra situación que también ha generado preocupación y es que información preliminar indica que la manifestación ocurrió en protesta contra un supuesto caso de abuso sexual que estarían incubriendo dentro del Politécnico Jaime Isaza Cadavid.
Este hecho se conoció mediante un panfleto que fue entregado mientras ocurría la conflagración y en donde algunos estudiantes indican que directivos del sindicato Asinserpol estarían ocultando un supuesto caso de abuso sexual y pornografía infantil que involucraría a uno de los directivos sindicales de la institución.
El presidente de ASINSERPOL, Juan Carlos Jaramillo, y quien estaría detrás detrás de los señalamientos, habló sobre las fuertes acusaciones que se están haciendo en su contra e indicó que se trata de un entrampamiento por parte de un sector de los estudiantes del Politécnico Jaime Isaza Cadavid.
"Hagan lo que quiera, estoy disponible para la justicia, estoy disponible para la Fiscalía. Aquí doy mi cara si yo soy un pornográfico infantil. Quedo en manos de la Fiscalía. A mí me han venido haciendo un entrampamiento", recalcó el dirigente sindical.
Algunos versiones conocidas de manera extraoficial dejan en evidencia que, al parecer, en la oficina en donde ocurrió el incendio era el lugar donde reposaban algunas de las pruebas como fotos de mujeres, material en donde habría menores de edad e, incluso, información relevante de varios estudiantes, por lo que en forma de protesta los encapuchados habrían encendido el fuego para quejarse por la supuesta poca respuesta institucional ante las denuncias.
Por ahora y a la espera de que las autoridades correspondientes se refieran al supuesto caso de abuso sexual, se continúa en la búsqueda de las 10 personas involucradas en el incendio para judicializar independientemente de su motivación para realizar el reprobable acto.